El Gobierno diseña una Ley del Suelo que dará miles de millones en plusvalías a las instituciones

El Gobierno regional, del PP, lleva meses preparando la nueva Ley del Suelo y ha dado con una fórmula, aún no aprobada, que reportaría miles de millones de pesetas a las instituciones, al permitir aprovechamientos urbanísticos en terrenos que hasta ahora no los tenían. El exponente más claro de esta modificación legal sería la Operación Chamartín, al permitir aprovechamientos urbanísticos, antes imposibles, en el haz de vías ferroviarias. Ese detalle regala a la Operación Chamartín 537.000 metros cuadrados edificables (como para levantar 5.370 viviendas nuevas en un suelo que se podría vender por más de 50.000 millones).

Ingresos

El vicepresidente regional y consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, adelantó en el pleno de la Asamblea algunos detalles de la futura Ley del Suelo regional, por la que se regirán todas las operaciones urbanísticas que se hagan en los 179 municipios de la Comunidad de Madrid. Le interpeló Modesto Nolla, diputado socialista, que quiso conocer la envergadura del negocio inmobiliario que se prepara al norte de la ciudad y la relación de algunos abogados de promotores privados interesados en la operación con el ex ministro de Fomento Rafael Arias-Salgado. Como si no hubiera oído, Cortés no contestó y se limitó a anunciar una novedad que revolucionará el uso del patrimonio público del suelo, al permitir aprovechamientos urbanísticos en los sistemas generales (suelos que la Administración consiguió por expropiación forzosa y que se dedican a carreteras, espacios públicos, vías ferroviarias...). Hasta ahora, esos suelos carecían de aprovechamientos urbanísticos (no podían ser convertidos en metros cuadrados edificables para viviendas u oficinas). Con una disposición transitoria que Cortés anunció ayer, la Ley del Suelo concederá aprovechamientos urbanísticos a esos terrenos de los denominados sistemas generales.

El ejemplo más claro de la repercusión de esa medida legal está en la Operación Chamartín. Hay 680.000 metros cuadrados, de los 3,12 millones de metros que ocupa todo el plan para urbanizar el norte del paseo de la Castellana, que pertenecen a los sistemas generales (vías ferroviarias) de la estación de Chamartín. Con la Ley del Suelo, esos terrenos, que antes no valían nada, tienen el aprovechamiento urbanístico que se le otorgue a toda la zona. El Ayuntamiento de Madrid está dispuesto a permitir que se edifiquen 0,79 metros cuadrados de ladrillos por cada metro cuadrado de suelo. En esos 680.000 metros cuadrados de vías ferroviarias se podrían edificar, por tanto, 537.000 metros cuadrados. En ese suelo cabrían, por ejemplo, hasta 5.370 casas.

Si se aprueba en esos términos la Ley de Suelo regional, Renfe ganará cerca de 50.000 millones de pesetas por un suelo ferroviario que antes no valía nada.

La segunda novedad que ayer incorporó Luis Eduardo Cortés al debate sobre la futura normativa urbanística tiene que ver con los ingresos que las instituciones pueden obtener con esos cambios legales. Cortés pretende que de las plusvalías generadas como consecuencia de que haya aprovechamientos sobre los sistemas generales (suelo sobre el que están las vías ferroviarias, o las carreteras o los espacios verdes), una parte vaya a los municipios donde se encuentran los terrenos y a la Comunidad de Madrid. Todavía no ha precisado qué porcentaje de esas plusvalías tendrían que acabar en las arcas públicas, aunque algunos dirigentes autonómicos barajan un 20%. De aplicarse ese porcentaje, las administraciones públicas recibirían, sólo de los suelos de la Operación Chamartín, cerca de 10.000 millones.La urbanización de 3,12 millones de metros cuadrados al norte de la ciudad es un viejo proyecto socialista (pactado durante los mandatos del alcalde Juan Barranco, el presidente Joaquín Leguina y el ministro José Barrionuevo) que los populares aún no han sido capaces de sacar de los despachos.

La Operación Chamartín llenará el norte de Madrid con más de 10.000 viviendas de precio libre y 2.000 protegidas, cientos de miles de metros cuadrados de oficinas, puentes y espacios verdes.