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Los farmacéuticos cifran el apoyo a la protesta en un 93% y el Gobierno lo rebaja a la mitad

Los usuarios sobrellevaron la primera jornada de protesta entre la indignación y el desconcierto

Listados

Sin incidentes reseñables y con mucha confusión se desarrolló el primer día de la protesta. El Colegio aseguró que el 93% de las oficinas de farmacia de la comunidad foral (286 sobre el total de 308 existentes) cobraron íntegramente el precio de las medicinas.Este elevado porcentaje de seguimiento fue rebajado hasta el 45% por el Gobierno. Según los datos del Departamento de Salud, a media tarde sumaban 120 las farmacias que aceptaban las recetas como cualquier día, cifra que había sido de alrededor de 80 a primera hora de la mañana y de 117 finalizada la mañana. Además de ellas, otra serie de oficinas, según la consejería, siguieron irregularmente la protesta, ya que no cobraron el precio íntegro de las medicinas ni a los jubilados ni a sus clientes habituales.

En conjunto, a lo largo del día se dispensaron en las farmacias navarras cerca de 28.000 recetas, de las cuales los ciudadanos únicamente pidieron el reintegro de 294, según indicó la Dirección de Atención Primaria. Sin embargo, el Servicio Navarro de Salud afirma ser consciente de que "hay ciudadanos que han pagado las recetas, han guardado las facturas y pueden presentarlas próximamente para que se les reintegren los gastos".

Sólo dos denuncias se presentaron en la oficina abierta al efecto por la consejería (calle Amaya 2 A, teléfono 42 35 38), las que se han elevado a la fiscalía.La repercusión territorial de la protesta fue bastante desigual. Según diversos muestreos, el seguimiento fue importante en Pamplona y su comarca y la zona de Tudela, nulo en Estella, desigual en la zona media y escaso en zonas del norte de la región. En las áreas rurales la guerra de cifras se disparó más.

El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Juan Carlos González Gavari, consideró "falso" el listado de centros que seguían cobrando normalmente, facilitado por la mañana en los centros de salud, y consideró "muy grave" su elaboración, por estimar que además de contener datos erróneos lesiona los derechos del sector. La entidad colegial ha pedido a su asesoría jurídica que elabore un informe al respecto.

El Colegio recuperó también su pasada táctica de publicar anuncios en la prensa regional contra el consejero de Salud, Santiago Cervera, en los que se incluyen frases textuales atribuidas a éste, lo que provocó la repulsa del departamento.

González Gavari rechazó el ofrecimiento realizado telefónicamente por el presidente del Ejecutivo de UPN, Miguel Sanz, de recibirles para dialogar "un minuto después" de que los farmacéuticos desconvoquen su medida de presión. "No fue un requerimiento serio. No se ha ofrecido negociación real", contestó el presidente del Colegio, quien volvió a reiterar la "inconstitucionalidad" del modelo farmacéutico que el Gobierno quiere sacar adelante. González Gavari repitió que es "irrenunciable" su intento de evitar que la liberalización se aplique sólo en Navarra. "Cualquier cambio del modelo español debe iniciarse por una modificación previa de las leyes básicas del Estado", dijo.

El presidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Pedro Capilla, respaldó, en declaraciones a Europa Press, las medidas de presión de sus compañeros navarros, cuya sitiuación, aseguró Capilla, es "desesperada".

Pese a las evidentes molestias que la actitud de los farmacéuticos ha comenzado a causar a miles de ciudadanos, los partidos que apoyan el modelo liberalizador impulsado por UPN siguen adelante con la tramitación del documento que tanto irrita al sector. De hecho, la Comisión de Sanidad que elabora la ponencia volvió a reunirse ayer y tiene previsto finalizar sus trabajos antes del próximo día 30, al objeto de que el proyecto definitivo sea aprobado un día después para su ratificación en pleno. La ponencia, eso sí, pidió ayer unos días más para consensuar el texto definitivo.

"Los únicos jodidos somos nosotros"

La desorientación era palpable ayer en farmacias y centros de salud de toda Navarra. La mayoría de los pacientes desconocía cómo debía actuar ante la medida de presión de los boticarios. Los más avispados acudieron a alguna de las farmacias que se negó a secundar la decisión mayoritaria, lo que minimizó extraordinariamente el impacto del boicot a las recetas. En cada centro de salud, una persona ofrecía la relación de esas oficinas y explicaba a quienes habían pagado íntegramente su medicamento cómo rellenar los formularios de reembolso. "En una semana o poco más recibirá el dinero en su cuenta", era el discurso general."Son unos ladrones", llamaba con evidente enfado a los farmacéuticos uno de los muchos jubilados que a media mañana estaba atrapado en el ir y venir del papeleo necesario para recuperar las 7.000 pesetas que su farmacia le había cobrado por el habitual cóctel semanal de fármacos contra una enfermedad pulmonar leve. José Antonio explicó que su pensión es de 70.000 pesetas y exclamaba: "No hay derecho a hacernos esto. Yo no sé quién tiene razón. Me da igual, al Gobierno también le da igual. Los únicos jodidos somos nosotros..."

Los primeros clientes de la farmacia de Inés Lorca, en el barrio de Mendebaldea de Pamplona, se fueron sin adquirir sus medicinas cuando esta joven farmacéutica les explicó su intención de cobrarles íntegramente el precio. Otros clientes expresaron su malestar, pero pagaron el coste íntegro. Fue también el caso de la farmacia de Manuel Cabiró, en la calle Benjamín de Tudela. Su titular explicaba a los usuarios sus motivos y les entregaba una Carta personal de tu farmacéutico en la que se aseguraba a los clientes: "Si tienes problemas serios, habla con nosotros. Colegialmente lo solucionaremos".

Los usuarios hablaban y echaban pestes, pero los farmacéuticos, no abrían la boca la mayoría de las veces. La tensión por las advertencias de sanción del Gobierno foral y la vigilancia ("presión", según Salud) del Colegio es tan elevada que muchos profesionales decidieron trabajar al margen de los medios. En unos casos cobrando y en otros, aceptando las recetas como talón de pago.

Inés Más acompañaba a su madre, Herminia, a una farmacia de Iturrama. "Tiene 80 años y problemas en los huesos. Toma varias medicinas y hemos preguntado cuánto nos van a costar ahora. Nos han dicho que unas 15.000 pesetas", decía Inés. "Es una vergüenza que nos obliguen a pagar a nosotros. Mi madre no tiene ni para pasar el mes. Nosotros le tenemos que ayudar económicamente y muchos farmacéuticos que se hacen las víctimas tienen unas farmacias que parecen palacios", añadió la mujer ante una profunda mirada de incomprensión de su madre.

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