El Euroejército desfila por primera vez en España

El Euroejército desfiló ayer por vez primera en Madrid. Una representación de la principal unidad europea encabezó la parada militar conmemorativa de la Fiesta Nacional. Si el pasado 14 de julio soldados españoles desfilaron por los Campos Elíseos de París, ayer fueron 112 franceses, alemanes, belgas y luxemburgueses quienes lo hicieron por el Paseo de la Castellana. A su frente, el general español Juan Ortuño, quien actualmente manda no sólo el Cuerpo de Ejército Europeo sino también, hasta el día 16, las tropas de la OTAN en Kosovo.Antes de iniciarse el acto, Ortuño declaró que "la participación en la defensa europea es uno de los pilares básicos de la política nacional" y que la intervención del Euroejército en Kosovo demuestra que "Europa es capaz de asumir sus responsabilidades y, al tiempo, mantenerse fiel a sus compromisos en la Alianza Atlántica".

Al acto, presidido por la Familia Real, asistieron el Gobierno en pleno -con la excepción de Mariano Rajoy- y las presidentas de las dos Cámaras legislativas, así como los del Tribunal Supremo y el Constitucional. La representación autonómica fue más magra. Sólo estuvieron los presidentes de Galicia, Aragón, La Rioja, Navarra, Madrid, Ceuta y Melilla. Entre los invitados, uno de los más madrugadores fue el nuevo líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que se desplazó tras el desfile a Biarritz para asistir a la cumbre de jefes de Estado europeos.

La mañana fue fría pero soleada, lo que permitió celebrar la parada aérea -suspendida en los dos desfiles precedentes de Barcelona y Madrid-, con participación de 91 aeronaves. El componente terrestre lo integraron unos 4.800 militares y 250 vehículos, entre los que destacaron, por su novedad, los tres primeros blindados sobre ruedas Centauro comprados a Italia. El coste del desfile se cifra en 220 millones, de los que 30 corresponden al Eurocuerpo.

Fue novedosa, por su carácter ecuménico, la oración de la ofrenda floral a los caídos, que rogaba por la unidad de todos "los españoles de distintas creencias religiosas y concepciones de la vida".

Por la tarde, se celebró en el Palacio Real la tradicional recepción ofrecida por los Reyes, a la que acudieron 1.000 invitados.