El Ejército de Tierra vende diez helicópteros de ataque al Ministerio del Interior por 1.300 millones

El Ejército de Tierra venderá a la Guardia Civil diez helicópteros Bö-105 por 1.300 millones de pesetas, a través de la Gerencia de Infraestructura de la Defensa. Estos aparatos forman parte del grupo de 60 que el Ministerio de Defensa español compró en 1979 a la empresa alemana Bölkow (luego MBB) y hasta ahora estaban integrados en el Batallón de Helicópteros de Ataque, con base en Almagro (Ciudad Real), la principal unidad de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET).Aunque se trata de helicópteros de ataque, no están artillados y la Guardia Civil tendrá que invertir otros 828 millones en ponerlos a punto, dotarlos de certificación civil y equiparlos. Está previsto que se dediquen a múltiples tareas, como vigilancia o rescate, junto a los 26 helicópteros de las mismas características que ya tiene el instituto armado, la mayoría de ellos con más antigüedad y horas de vuelo que los del Ejército.

La falta de helicópteros de ataque es, sin embargo, una de las mayores deficiencias de las Fuerzas Armadas españolas. La base de Almagro cuenta con 28 Bö-105 contracarro, equipados con misiles Hot, y con otros 18 dotados de un cañón de 20 milímetros, pero no están preparados para el combate nocturno y la falta de potencia de las turbinas limita su operatividad.

En teoría, deberían ser sustituidos a medio plazo por los nuevos helicópteros de ataque. El Ejército de Tierra ha evaluado ya el Apache de la firma estadounidense Boeing y el Tigre de la europea Eurocopter, inclinándose claramente por el primero.

La decisión tiene un gran clado político, pues Eurocopter, que acaba de abrir una fábrica en España, forma parte del consorcio EADS, en el que participa la empresa española CASA. Una decisión española en favor del Apache supondría una nueva bofetada a la industria europea de Defensa, tras la elección de la norteamericana General Dynamics como socio para la privatización de Santa Bárbara. Este factor, y la falta de presupuesto, está demorando la decisión y obligará probablemente a prolongar la vida de los Bö-105.