El Ayuntamiento de Bilbao mantendrá su política de limitar el recinto festivo, el ruido y el horario de las 'txosnas'

El concejal de Cultura, José Luis Sabas, presentó ayer satisfecho el balance de la última edición de la Aste Nagusia. Tanto por la ausencia de incidentes, a diferencia del año pasado, como por la diversidad de los actos festivos, "en las que todo el mundo cabe y tiene su hueco", afirmó Sabas. Pese al endurecimiento de los controles del volumen de la música, con 130 inspectores en la calle, sólo tres establecimientos hosteleros fueron obligados a retirar altavoces o precintar equipos.Junto al edil estuvo también el portavoz de la coordinadora de comparsas, Iñaki Astoreka, quien aseguró que la masiva afluencia de público confirma la validez del modelo de fiestas que se ha ido asentando en Bilbao en los últimos años. Reveló también que los comparseros están diseñando nuevos actos festivos para el verano que viene.

Garantizar la habitabilidad de la ciudad incluso en la Aste Nagusia es una de las obsesiones de la actual corporación bilbaína. El Ayuntamiento mantendrá, y en todo caso endurecerá, la normativa de ruidos y horarios de cara a las próximas ediciones de las fiestas. Tampoco tiene ninguna intención de ampliar el recinto festivo, señaló el concejal. Sí confirmó que el año próximo todas las txosnas tendrán prohibido asentarse sobre jardines. Esta norma afecta directamente a la comparsa del PNV, Gogorregi, que ya se ha comprometido a buscarse un nuevo lugar que sustituya los Jardines de Albia, frente a la sede peneuvista. Sabas también señaló que el actual gobierno municipal no tiene ninguna intención de permitir la instalación de txosnas sobre el paseo de Uribitarte. Tampoco estará permitido cerrar calles por las fiestas.

El área de Cultura tiene previsto así mismo exigir en el futuro a las txosnas mejoras en las infraestructuras de sus instalaciones y mayor transparencia en sus cuentas.

Diseñar nuevos entretenimientos en el Txikigune para los chavales de entre 10 y 14 años, introduciendo actividades de aventura y relacionadas con las nuevas teconologías, es una de las tareas pendientes de los organizadores de la Aste Nagusia. También se plantean repensar las actuaciones musicales en euskera de la plaza de Santiago. El motivo es la escasa afluencia de público que han tenido y la necesidad de preservar el lugar, ahora que se ha restaurado la entrada a la catedra. A los conciertos en euskera acudieron 3.450 personas en nueve días, frente a las 62.000 que pasaron por la plaza del Gas, donde actuaron Mclan, Rollings Band, Su ta Gar o Doctor Deseo y Enrique Bunbury, y las 46.000 de La Pérgola, donde los grandes trinfadores fueron Dulce Pontes y Carlos Núñez.

Sabas se mostró también satisfecho por el incremento, el 50%, en el uso de los autobuses urbanos de regreso a los barrios. Casi 8.000 personas consultaron sus dudas al equipo de voluntarios.