Un joven mata con su coche a tres miembros de una familia en Gijón

Un conductor ebrio provocó la muerte de tres personas y heridas graves a otras dos, todas ellas miembros de una misma familia, en un accidente de tráfico ocurrido en la madrugada de ayer en pleno centro de Gijón. El causante del siniestro, Carlos M. G., de 21 años, que se subió con su coche a la acera en un céntrico paseo y embistió a la familia, dio positivo en el control de alcoholemia. Un hombre, de 56 años, así como su hijo, de siete, están fuera de peligro. Pero su esposa murió al igual que sus cuñados.

Impacto emocional

Carlos M. G., el conductor, fue detenido por agentes de la Policía Municipal y el juez de guardia decretó su ingreso inmediato en prisión acusado de un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte.Docenas de personas que acababan de disfrutar de una de las verbenas de la Semana Grande de Gijón fueron testigos horrorizados del suceso. Poco después de las dos de la madrugada, un Seat Ibiza negro que circulaba a gran velocidad por la avenida de La Costa invadió la acera, a la altura de los Jardines de Begoña, y arrolló a cinco personas que esperaban a cruzar un paso de peatones al pie de un monolito del paseo. Dos de las víctimas fueron arrastradas varios metros por el automóvil, que acabó empotrándose contra la marquesina de una parada de autobuses, a la entrada de un hotel que estaba al otro lado de la avenida.

Los fallecidos son Ana María F. H., de 36 años de edad; Pedro G. A., de 55, y Josefa C. D., de 49. Estos dos últimos, matrimonio y vecinos de Lugo, estaban de vacaciones en Gijón. Josefa C. D. fue trasladada con vida en una UVI móvil al hospital de Cabueñes, pero los médicos no pudieron impedir que falleciera horas después.

En el mismo centro hospitalario permanecen ingresados José C. D., de 56 años, hermano y marido respectivamente de las dos fallecidas, y su hijo Diego, de siete. El padre sufre una fractura de tibia, entre otras lesiones, así como un impacto emocional. El niño padece un traumatismo craneal y heridas de pronóstico reservado. "Fue horrible", declaró un empleado del hotel Begoña, cuyo vestíbulo registraba a la hora del siniestro un nutrido ir y venir de turistas; "salíamos de trabajar cuando vimos a un coche empotrarse a las puertas del hotel y cuatro cuerpos esparcidos por la calle".

La Policía Municipal hubo de acordonar la zona, ante la progresiva afluencia de curiosos, hasta que el juez ordenó el levantamiento de los cadáveres de las dos personas que murieron en el acto.

Los servicios médicos asistieron al conductor del vehículo, que sufrió contusiones leves. Se trata de Carlos M. G., de 21 años, de nacionalidad cubana y residente en Gijón. En la prueba de alcoholemia se le detectó 0,7 gramos de alcohol en sangre, casi el doble del límite permitido por la ley para ir al volante de un vehículo.

Horas antes de la fiesta más concurrida del año en Gijón, la noche de los fuegos artificiales, la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, visitó en el hospital a los heridos.

La ciudad rememoró ayer un accidente similar provocado hace casi dos años por otro conductor, también bebido, que ocasionó la muerte de una mujer y graves lesiones cerebrales a su hijo tras saltarse un semáforo en rojo. El caso está pendiente de juicio y el fiscal pide para el acusado tres años de prisión.