Francia propone "mano dura" contra los transportistas de inmigrantes indocumentados

"Mano dura" contra los transportistas de inmigrantes irregulares fue una de las medidas preconizadas ayer por Jean-Pierre Chevènement, ministro francés del Interior, en la inauguración del seminario internacional sobre inmigrantes clandestinos celebrado en París. Chevènement se mostró también partidario de la armonización de los métodos de trabajo de los países y propuso la creación de servicios dedicados a esta lucha, ya que, según afirmó, la cooperación internacional es en este ámbito "más indispensable que en cualquier otro".

Con el anuncio de que el Gobierno francés quiere triplicar las multas por el transporte de inmigrantes sin papeles inauguró ayer Chevènement el seminario organizado por su ministerio. Al seminario, celebrado con motivo de la Presidencia francesa de la Unión Europea y que finaliza mañana, asistieron altos cargos políticos y representantes policiales, tanto comunitarios como de otros países. El Ejecutivo galo, anunció, presentará próximamente un proyecto de ley para elevar de 1.525 a 4.573 euros (de 253.739 a 760.883 pesetas) las multas a las empresas de transporte aéreo, marítimo y de carretera por cada inmigrante clandestino transportado.

El Gobierno francés piensa que esta medida deberá "aumentar el efecto disuasorio" de su legislación al imponer multas "lo suficientemente importantes para incitar a estas empresas a efectuar controles eficaces en el momento de embarcar a los pasajeros".

Amnistía Internacional, que se quejó de que las asociaciones no fueran invitadas, expresó su inquietud por las consecuencias que esta medida puede tener para los solicitantes de asilo. La organización alegó que las sanciones pueden "contribuir a impedir a personas amenazadas tener acceso al asilo en otra nación".

Chevènement propuso a sus socios comunitarios la armonización de los métodos de trabajo mediante un "mejor intercambio de informaciones análiticas y operativas" a través de la creación de servicios dedicados a la lucha contra la inmigración clandestina y el reforzamiento de la lucha policial contra la falsificación de documentos y las redes de traficantes.

El titular español del Interior, Jaime Mayor, que asistió al seminario, abogó por una "administración correcta" del fenómeno migratorio, ya que de lo contrario, dijo, "pasará de ser un fenómeno a ser un problema social y político, de convivencia y de seguridad".

Mayor Oreja se mostró partidario de la armonización de políticas a nivel mundial, ya que "para lograr un equilibrio entre la realidad de los flujos", dijo, "hemos de adoptar políticas coherentes entre sí, y no sólo en el seno de la Unión Europea, sino también con aquellos países terceros que están afectados por este fenómeno". "El objetivo", concluyó, "será anular los beneficios de las redes clandestinas".