Los profesionales atisban un futuro incierto

Mientras la bonanza económica se celebra en la capital a ritmo de crecimiento hotelero, Jesús Gatell, presidente de la Asociación Hotelera de Madrid, ve las orejas al lobo: "Estamos preocupados. No nos importa que se hagan buenos hoteles, pero con la liberalización del suelo se están reconvirtiendo edificios de oficinas que no reúnen condiciones para ser hoteles. Esto provocará atascos cuando los coches paren en la puerta, problemas de aparcamiento y mala calidad de servicio a los clientes y a los ciudadanos de Madrid".Además, Gatell cree que la situación económica hotelera no es tan buena: "Cuando observamos que ahora estamos en nuestros mejores indíces de ocupación, no hay que olvidar que el 73,9% significa que durante más del 25% del tiempo estamos con habitaciones vacias". Gatell avisa que la fiebre del oro hotelera llega con un ciclo económico alto, pero que cuando lleguen "las vacas flacas muchos lo pasarán mal para cuadrar balances".

El presidente de la Asociación Hotelera y también del hotel Princesa, explica que la segmentación actual "está muy proporcionada" y que romperla podría traer "nefastas consecuencias". Aun así, da la bienvenida a las nuevas plazas si se "dota y dinamiza la demanda" y se prepara a la ciudad para poder recibir "la gran cantidad de turistas que estima la Comunidad".