La Semana de Terror donostiarra dedica un ciclo a los padres del 'gore'

La mano desgarrada y sangrienta de un zombi surge de su tumba para anunciar que el 27 de octubre se inicia la XI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, que acentúa el peso del gore en la gran pantalla. El festival proyectará títulos como 2000 maniacs en un ciclo dedicado al productor David F. Friedman y el realizador Herschell Gordon Lewis, considerados como los padres del terror moderno, y repasará títulos clásicos del género con el sello de la Universal.

La XI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián mantiene el mismo esquema que le ha servido para conquistar la lealtad del público y elevar a más de 20.000 los espectadores de la pasada edición. Pasará en su sección informativa los largometrajes más destacados del género del año, presentará una selección de cortos en competición, ofrecerá maratones de sangre y vísceras de madrugada y programará exposiciones y teatro de calle, entre ellos, un espectáculo de Trapu Zaharra.El concejal de Cultura, Ramón Etxezarreta, y Carlos Plaza, uno de los coordinadores de la semana, ofrecieron ayer un pequeño avance de la programación que mira a los orígenes del gore. El festival dedicará así un ciclo al productor David F. Friedman y el director Herschell Gordon Lewis, un binomio cinematográfico que aderezó sus películas con sangre y sexo y marcó el nacimiento de este subgénero. Estos norteamericanos, considerados como los padres del terror moderno, asistirán personalmente al pase de algunos de los títulos más emblemáticos de su trayectoria en común. El festival proyectará Blood feast (1963), 2000 maniacs (1964), A taste of blood (1967) y The gore-gore Girls (1977).

Todo, en una edición en la que hace un guiño a Estados Unidos por partida doble. Los programadores recuperan títulos míticos que salieron de los estudios Universal en la primera mitad de siglo. El fantasma de la ópera (1925), de Rupert Julian; Drácula (1931), de Tod Browning; La novia de Frankenstein (1935), de James Whale, o El hombre-lobo (1941), de George Waggner, figuran en la programación de una retrospectiva que repasa la época dorada de Hollywood y recupera una producción que consolidó algunos de los mitos más importantes del género. El ciclo se completará con la edición de un libro.

El desarrollo del festival estará presidido por una imagen con la que los diseñadores de Art&Maña resumen las pasiones del público más casposo. La mano de un zombi, ensangrentada y desagarrada, brota en primer término de una tumba. En la lápida, la leyenda recuerda la fecha de celebración del certamen. El cartel, que recrea la luz de las películas de serie B, se realizó sobre una fotografía de José Luis López de Zubiría. Es el ambiente que se vivirá en el Teatro Principal. El centro Kursaal acogerá los pases de una sola película, dirigida al público infantil.