El grupo de las Cortes, a la espera de lo que decida Madrid

La nueva escalada en la crisis del PSOE se reflejó ayer en el Grupo Socialista de las Cortes, cuyo portavoz, Antonio Moreno, y los demás miembros de la dirección anunciaron su voluntad de poner sus cargos a disposición del partido. La consternación era visible en los rostros de la mayoría de los diputados socialistas que acudieron a primera hora al pleno. Pese a estar ya curados de espanto por los sucesos que vive el partido desde 1997, lo acaecido la noche anterior había dejado atónitos a casi todos. El ambiente era bien distinto del que se vivía el pasado miércoles, en que en los bancos socialistas se percibía cierta satisfacción porque Moreno había "quedado bien" en su intervenció con motivo de la comparecencia del presidente de la Generalitat. Los diputados socialistas -cuyos teléfonos móviles echaban humo- estuvieron más pendientes de esta nueva situación que del desarrollo del pleno en sí.Anoche, tras la reunión de la gestora en la que Diego Macià confirmó su dimisión, Moreno confirmó su postura. Ahora el grupo parlamentario está a la espera de acontecimientos. La nueva dirección federal deberá decidir en torno a la gestora valenciana -nombrar presidente y, en su caso, ampliarla- y ésta, a su vez, sobre el grupo parlamentario. En el caso de que la gestora le confirme, Moreno aseguró que su continuidad como portavoz estará en función de "quién esté en la dirección, si es plural y están representados todos los compañeros", y que dependerá también de la propuesta que haga la nueva dirección al grupo parlamentario.

"Creo que alguien está empeñado en que este partido no dé un paso adelante, no sé por qué", dijo Moreno al anunciar su decisión. "Estoy muy cansado de hacer esfuerzos", añadió. Sin citar a Ciprià Ciscar, el portavoz añadió que "alguien no se ha enterado de la realidad política" valenciana, ni "de lo que ocurre en el partido".

El presidente del grupo parlamentario y alcalde de Alcoy, Josep Sanus respaldó la decisión de Macià. "Ha actuado correctamente", dijo, y añadió que éste es "un sentimiento mayoritario en el partido".

Por su parte, el portavoz de Movimiento por el Cambio y también diputado, Andrés Perelló, señaló que "no es el partido quien no tiene ganas de unidad, sino alguna persona que ha llegado al límite al supeditar su interés personal por encima de cualquier cosa que pueda pasar en el partido", en referencia a Ciscar.