Fallece a los 90 años el historiador mexicano Fernando Benítez

El antropólogo, historiador, periodista y narrador Fernando Benítez murió anteayer a los 90 años en Ciudad de México, donde nació en 1910, después de legar una de las obras más ricas del siglo XX mexicano: los cuatro tomos de Los indios de México, referencia obligada para quien trata de adentrarse en la compleja realidad de sus sociedades. Desde el presidente del Gobierno al más ignorado de sus discípulos, el mundo académico, intelectual y periodístico se sumó al duelo por la muerte del padre de los suplementos culturales mexicanos, que se definía así: "Mi corazón está a la izquierda, mi estómago a la derecha y mi sexo es siempre monárquico"."Sus trabajos en la narrativa, la historia y la antropología son muy parejos. Benítez fue un polígrafo excepcional, un gran investigador", destacó su amigo Carlos Fuentes, a quien, después de haber escrito su primer libro, los cuentos Los días enmascarados, le dijo: "No te andes creyendo que ya eres un gran escritor. Con un librito de cuentos no se salva nadie". Junto con Octavio Paz, Zea, Anguiano y otros creó la Sociedad Mexicana de Estudios y Lecturas. Anguiano dijo que fue un autor independiente y valeroso, que no temía comprometerse con la verdad.

Benítez, que en 1996 se declaró admirador del subcomandante Marcos, guardaba unos recuerdos determinantes de la revolución mexicana; a través de ella comprendió que no había un México sino muchos. "Los indios, los esclavos de las plantaciones, los condenados de la tierra. No eran civilizados o gente de razón. Casi todos serían muertos, asesinados por los generales, que sí eran gente de razón".

Arrancó a escribir en periodismo. Fue director de El Nacional y fundó el suplemento La revista mexicana de cultura y el diario La Jornada, entre otros, y reclamó para la prensa la consideración de género literario. Entre sus obras, Los demonios en el convento, Sexo y religión en la Nueva España y En torno a Lázaro Cárdenas. Intelectual muy galardonado, fue catedrático y embajador de México en la República Dominicana en 1991. Renuente al matrimonio, se casó a los 55 años. Su principal afición, dijo, "acostarme con mujeres. No hay nada mejor. Lo demás es secundario".