El 'Robin Hood' del banquillo

.Miguel Ángel Lotina (Meñaka, 1957), entrenador de Osasuna, le ha tomado la medida a la Copa del Rey. Primero se metió a España en el bolsillo con el milagro del Numancia, (entonces un equipo de Segunda B, al que ascendió a Primera División) que cayó con dignidad en cuartos de final ante el Barcelona en el Camp Nou. Unos años después ha otorgado al milagro un carácter estadísticoOsasuna, un equipo que navega con dudas en la Segunda División, ha dejado en la cuneta al vigente campeón de la Copa del Rey, el Valencia, y al lider de la Primera División, el Deportivo, antes de quitarse de en medio al Sevilla.

Lotina, como los buenos cocineros, más que en la receta cree en la calidad de los ingredientes: "En los equipos pequeños hay más motivación y entusiamo y todos sabemos lo importante que son estos argumentos en el fútbol" . Pero su diagnóstico va más allá y afecta al nivel de exigencia competitiva y consiguiente pérdida de calidad en la máxima categoría del fútbol español: "Algo pasa en la Primera División cuando equipos como el Numancia, el Alavés o el Rayo Vallecano, que debían darse por satisfechos con estar ahí, disfrutan de una posición envidiable", afirma. En su opinión, "los equipos grandes responden muy bien en Europa, bastante bien cuando juegan entre ellos, pero su motivación decae cuando se enfrentan a equipos menores".

Lotina no se considera un especialista en la Copa del Rey pero recuerda que cuando el ayundante de Cruyff, Bruins Slot, espió al Numancia, antes del enfrentamiento histórico en cuartos de final, "dijo que era un equipo muy copero. Ahora Irureta, entrenador del Deportivo, ha dicho lo mismo de Osasuna", recuerda.

Miguel Ángel Lotina, un futbolista mediano, se reveló como un entrenador atípico, al renunciar a dirigir al Numancia, cuando ascendió a Primera División y optó por la oferta de Osasuna, una decisión de la que no se ha arrepentido. En Primera División dirigió durante 10 jornadas al Logroñés, con el Numancia consumó un milagro, en Badajoz vivió una decepción, con Osasuna tiene el reto de la ansiedad. Desde que el conjunto navarero descendió en 1994, cada temporada se ha convertido en una urgencia deportiva y económica. Osasuna perdió la categoría y la claridad económica que le obligó a aliarse con el Athletic con un convenio de colaboración, ahora finiquitado. Osasuna, un club modélico, perdió pedigrí en la competición y quemó uno a uno los proyectos deportivos (Rojo, Benítez, Zabalza, Martín Monreal,...)Osasuna otea el horizonte. Lotina, de momento, le ha enseñado el camino de la Copa. "Lo del Numancia -piensa Lotina- no fue normal. Lo de Osasuna es más lógico". El Robin Hood copero aspira a todo.