El paro en el Baix Llobregat se sitúa en el 1% por debajo de la media de Cataluña
Los datos macroeconómicos también están poniendo de relieve la transformación del Baix Llobregat, desde su condición de comarca casi exclusivamente industrial y conflictiva desde el punto de vista laboral, en una comarca asentada en una economía diversificada y con el motor engrasado. Así, esta comarca, en la que hasta hace poco se concentraban las mayores tasas de paro registrado, cerró el año 1999 con un índice de desempleo del 5,8%, por debajo del de Cataluña (que fue del 6,5%) y muy lejos -casi cuatro puntos- de la que se dio en el conjunto de España.En relación con 1998, la disminución del paro en el Baix Llobregat fue del 1,1%. Los observadores sostienen que este ritmo de descenso en el desempleo indica una estabililidad en el mercado de trabajo de la comarca que lo diferencia de los mercados laborales catalán y del resto de España.
Por sexos, se produce el siguiente fenómeno: el índice de paro continúa siendo sensiblemente inferior en el caso de los hombres respecto a las mujeres -el 4,1% entre los primeros, el 8,3% entre las segundas-, pero la tendencia es a la inversa: el desempleo masculino aumenta y el femenino disminuye. Si se desglosa el índice de paro por edades, se observa que en la franja ocupada por los menores de 25 años, la tasa de paro sufre una importante reducción, en consonancia con lo que ha ocurrido en Cataluña y el resto de España.
En el Baix Llobregat, el índice de paro entre los jóvenes era del 3,8% al cerrar el año. Las poblaciones que acabaron 1999 con un índice de desempleo menor fueron Castellví (3,5%), Begues (3,7%) y Torrelles (3,9%). Por el contrario, los municipios que presentaron un resultado peor fueron El Prat (6,7%) y Cornellà (6,5%), las dos únicas ciudades de la comarca que se sitúan igual o por encima de la media catalana, aunque lejos de la española.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La crisis humanitaria que la paz total no pudo parar: los ataques y desplazamientos vuelven al Catatumbo
Trump justifica su ataque a Nigeria por la masacre de cristianos, pero las víctimas del yihadismo son de todas las confesiones
Los tasadores hipotecarios se declaran en huelga contra la precariedad de la profesión
El Gobierno actualiza los coeficientes de plusvalía y penaliza las compraventas especulativas de vivienda
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos




























































