Bélgica investiga una fábrica de piensos por la extraña muerte de 10 vacas lecheras

Las autoridades belgas registraron el martes una fábrica que ha suministrado pulpa de remolacha azucarera a las dos granjas lácteas de Flandes donde una extraña enfermedad ha provocado la muerte de 10 vacas lecheras. El fallecimiento de las reses ha desatado nuevamente la alarma en el país cuando aún no se ha cumplido un año de la crisis de la dioxina y la contaminación de la coca-cola.Según el Ministerio de Agricultura, no se puede presuponer que la pasta de remolacha incautada en la fábrica de Moerbeke (al noroeste de Bélgica y propiedad de la empresa Suikergroep) haya provocado la muerte de las reses. Entre los investigadores cobra fuerza la hipótesis de que las muertes se debieron a la alimentación de los animales.

Los patólogos de la Universidad de Gante han estudiado los cadáveres, pero ninguno de los exámenes sobre venenos, pesticidas, bacterias, parásitos u otras contaminaciones ha ofrecido resultados esclarecedores para el caso.

Según reveló el ministro de Agricultura, Jaak Gabriels, las vacas comenzaron a morir a comienzos de diciembre pasado. Entre los síntomas de la misteriosa enfermedad figuran la pérdida de fuerza, los problemas cardiacos y el descenso en un 30% de la producción de leche.

Lo que puede convertirse en una nueva crisis alimentaria en Bélgica se produce meses después del escándalo de las dioxinas, sustancias tóxicas que formaban parte de la alimentación de los pollos.