Efigies que vienen y van

Varias toneladas de bronce cruzarán este año los mares con el nombre de Alcalá en los espacios del albarán dedicados al remitente o al destinatario. Este Ayuntamiento se traerá de México una copia de una estatua de Lázaro Cárdenas, que intercambiará por una réplica de la efigie de Manuel Azaña que vigila desde una rotonda complutense el acceso a la carretera de Pastrana. Además, se hará también un facsímil del Don Quijote que lucha contra los molinos en una plaza de Cuba y donará dos millones de pesetas para una efigie del padre del personaje, que se levantará en la antigua Lepanto.El envío a México Distrito Federal de la estatua del presidente de la II República española, obra del escultor José Noja, es el proyecto más antiguo. Fue una propuesta de la asociación Manuel Azaña al anterior alcalde, Bartolomé González (PP). El actual, Manuel Peinado (PSOE), retomó el proyecto, añadiéndole, tras un viaje oficial a la metrópolis americana, una nueva vuelta de tuerca.

La copia de la estatua de Azaña, que era alcalaíno, ya está encargada, y su ubicación, decidida: la plaza de España, frente al monumento al antiguo presidente mexicano Lázaro Cárdenas, que fue sufragado por los republicanos españoles exiliados en la guerra civil, en agradecimiento por haberles abierto las puertas de su país. A Peinado le gustó el monumento y consiguió la promesa de un busto de Cárdenas para instalarlo en la patria chica de Azaña. El alcalde busca ahora una empresa privada que pague los diez millones que cuesta la fundición del nuevo Azaña. Para su transporte -pesa una tonelada- ya ha encontrado patrocinador y su intención es que la estatua embarque el próximo otoño.

Por esas mismas fechas, el 7 de octubre, se inaugurará en la antigua Lepanto, hoy Náupactos (Grecia), la efigie de otro ilustre alcalaíno, Miguel de Cervantes. Los dos millones que el Ayuntamiento de Alcalá aportará para la materia prima y la fundición ya están incluidos en los presupuestos del 2000. El autor, el escultor catalán Jaime Mir, no cobrará por su trabajo, según Luis Laroque, de la asociación española de cervantistas, la promotora del homenaje al escritor, que celebrará en Náupactos su próximo congreso. Fueron ellos quienes pidieron el dinero al Ayuntamiento complutense, cuya aportación completarán con las de las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha. Cervantes estará junto al puerto, cerca de donde perdió la movilidad de su mano izquierda en una batalla, adquiriendo el sobrenombre de El manco de Lepanto.

El que no se sabe cuándo se inaugurará es el Don Quijote que el primer teniente de alcalde alcalaíno, Luis Suárez (IU), sueña con traerse de Cuba. Lo vio este otoño, en Plaza Revolución, un distrito de La Habana al que se había desplazado para ultimar un convenio de hermanamiento y le impresionó la fuerza de ese "Quijote que, desnudo, sin coraza alguna, luchaba contra los gigantes". El que el escultor haya fallecido no le desanimó y ya ha iniciado los trámites con el presidente del distrito y la embajada cubana para conseguir una réplica.