La Plataforma del Guadalquivir acusa al Gobierno central de politizar el agua

La Plataforma del Guadalquivir acusó ayer al Gobierno central de utilizar como arma política el problema del agua en Andalucía. Esta organización, compuesta por sindicatos, agrupaciones agrarias, diputaciones y partidos políticos, considera que el enfrentamiento entre el Gobierno central y la Junta también se ha trasladado a las inversiones en infraestructuras hidráulicas, con la paralización de proyectos como el pantano de Melonares y Breña II entre otros, además de varios trasvases para garantizar el suministro a la población y a los agricultores andaluces.El actual año agrícola -desde el 1 de septiembre al 31 de agosto- ha registrado unos índices de precipitaciones algo superiores, 254 litros por metro cuadrado frente a los 204 de media normal. Sin embargo, la vuelta de las lluvias se ha producido de manera esporádica. Debido a esta torrencialidad de las lluvias, la cuenca del Guadalquivir ha vuelto a demostrar que debe disponer de las infraestructuras necesarias para almacenar el agua cuando ésta se presenta, según indicó el portavoz de la Plataforma del Guadalquivir, Javier Madrid.

Embalses

Esta organización reclama que se dote a la región con los embalses suficientes para amortiguar las sequías y planificar, a su vez, una política solidaria de trasvases que solucione definitivamente el problema de la falta estructural del agua.

La plataforma afirma que, al contrario de lo que ellos consideran necesario, el Gobierno central ha recortado las inversiones hidráulicas presupuestadas para Andalucía. La plataforma amenazó con "demandar continuamente" al Ministerio de Medio Ambiente para que "cumpla los compromisos que adquirió": la licitación y comienzo de las obras de los pantanos de Melonares, Breña II y El Arenoso, según subrayó Javier Madrid. Éste recordó que los tres proyectos cuentan ya con los correspondientes informes sobre impacto ambiental y los mismos son favorables, por lo que "no hay ningún problema" para que se realicen dichos proyectos.

La negativa a ejecutar los pantanos es, según Madrid, "una decisión política". La solución a la falta de recursos hidráulicos "debe estar por encima de las luchas políticas", añadió.