Los neonazis de Los Pedriches viven desde 1996 en una casa que no es suya

Desde que se asentaron en 1996 en la despoblada aldea valenciana de Los Pedriches, los extremistas del grupo neonazi británico International Third Position (ITP) han residido en una casa que no les pertenece. Fernando Pazos, el apoderado de los neofascistas italianos Roberto Fiore y Massimo Morsello que compraron cinco parcelas en la aldea, reconoció ayer que esta casa es propiedad de una conocida familia valenciana y se comprometió a devolvérsela.

Los activistas de la ITP se han quedado sin la única casa habitable con la que contaban en Los Pedriches: la morada en la que se han alojado todos los extremistas británicos, franceses y polacos que han pasado por la aldea en los últimos tres años. Dos de ellos, los polacos Maciej Formella, de 29 años, y Mariuz Kukowshy, de unos 25, han pasado los últimos días en esta casa.Pazos tuvo que reconocer ayer en Los Pedriches ante una treintena de personas -durante el acto de amojonamiento y deslinde que él mismo promovió- que los legítimos propietarios de esta vivienda son los descendientes de un general fallecido, que pertenecen a una destacada familia valenciana.

Un representante de esta familia, que se desplazó a la aldea, aseguró que tiene una escritura de propiedad de 1942 y advirtió que si no le devolvían la casa presentaría un interdicto ante un juzgado de Requena para que desalojaran a los ocupantes de la vivienda. La casa tiene un gran valor sentimental para esta familia porque el militar fue capturado por los maquis por estos parajes y le cedió el uso de la vivienda a uno de sus empleados en agradecimiento por llevar el dinero del rescate. Están molestos por las reformas que los activistas han efectuado en la casa.

Pazos tranquilizó ayer a este familiar del general y le aseguró que desalojarán la vivienda y le entregarán las llaves en breves. "Tengo claro que la propiedad es suya y que tengo que devolvérsela, pero debemos arreglarlo sin ir al juzgado", le dijo. El descendiente del militar se contentó con la promesa y aseguró que, si la cumplen, no emprenderán acciones judiciales.

Anuncio de querella

Pero el apoderado de Fiore y Morsello fue mucho más duro con las cuatro hermanas octogenarias, residentes en Utiel y Almussafes, que le vendieron las cinco parcelas: el 24 de noviembre les envió un telegrama en el que les anunciaba que iba a querellarse contra ellas por estafarle, tras conocer que la casa no entraba en el lote vendido.

Sin embargo, ayer Pazos fue más dialogante y les dijo a los descendientes de las ancianas que cambiaba la querella por un acto de conciliación y se conformaba con que le compensaran por la pérdida de la casa. Al final de la mañana, las dos partes acordaron buscar una solución amistosa al problema.

Con todo, la gélida mañana deparó más disgustos aún a Pazos. El juez de paz suspendió el deslinde a las 16.00 por las "divergencias existentes" al comprobar que dentro del croquis de parcelas presentado por Pazos hay terrenos de otros propietarios.