"El poder tiene miedo al teatro", afirma Flotats

Josep Maria Flotats vuelve, y su regreso promete ser sonado: nada menos que el Onze de Setembre del 2000, en el Tívoli -un teatro privado- y en castellano, con la obra de más éxito de los últimos tiempos, Arte. Con el anuncio, Flotats activa de nuevo la espoleta de su presencia en la escena catalana, algo que, vistas sus últimas manifestaciones en las que exigía una reparación por parte del Gobierno de la Generalitat por su "injusto despido" posee una indudable carga política. Ayer no estuvo retador, pero manifestó: "El teatro siempre ha molestado si es comprometido y honesto. El teatro es un arma peligrosa, por eso a veces el poder lo censura, porque le tiene miedo". A propósito de la Ciutat del Teatre dijo que si con Lluís Pasqual, contestado creador del proyecto del futuro centro escénico, pasara como con él en el TNC ,"sería prueba de que el tema del teatro no está solucionado en nuestro país, y eso sería grave". El artista anunció su vuelta al término de un homenaje que le tributó la Agrupació Dramàtica de Barcelona (ADB), que le premió por haber "mantenido una gran honestidad personal y profesional como actor, como director y como promotor al servicio de un teatro independiente, digno y creativo, con una gran fidelidad a sus orígenes culturales".