Alí Yahia: "La Ley de Concordia Nacional ha sido un fracaso"

"La Ley de Concordia Nacional ha sido un fracaso". Así de rotundo se manifiesta Abdenur Alí Yahia, presidente de la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos, cuando falta un mes para que concluya el plazo de medio año dado por el presidente Abdelaziz Buteflika para que los argelinos que combaten al régimen rindan sus armas y se entreguen a la justicia a cambio del perdón. Alí Yahia recibió anoche en Madrid el premio internacional de la Asociación Pro Derechos Humanos de España.

"El problema", explica este hombre de aspecto frágil aunque de inusitada energía para sus 78 años, "es que el presidente Buteflika ha optado por una ley policial y de seguridad que no responde a las necesidades del país". Alí Yahia, cuya vida está en peligro tras el reciente asesinato del dirigente islamista moderado Abdelkader Hachani, insiste una y otra vez en la necesidad de una paz política: "El presidente [Liamín] Zerual intentó hacer la paz de los cementerios y fracasó; Buteflika ha llamado a su plan la paz de los "valientes", pero en realidad ha pretendido una rendición; sólo habrá esperanza si se intenta una paz política, en la que participen todos los partidos arraigados [y no los creados en los últimos años desde el Gobierno]".Alí Yahia admite que, inicialmente, la llegada de Buteflika despertó "alguna esperanza" de acabar con un conflicto civil que ya dura más de siete años y se ha cobrado 100.000 vidas. Sin embargo, "no logró liberarse de la presión de los militares". En su opinión, "hoy carece de capacidad de maniobra, como lo prueba que aún no haya formado Gobierno".

Su preocupación ahora es qué va a pasar el próximo 13 de enero, cuando concluya el plazo de seis meses dado por Buteflika. "El presidente ha hablado de ampliar el plazo, pero no creo que eso sirva de mucho, y ¿qué va a hacer? ¿Reforzar aún más la represión?", se pregunta Alí Yahia. Este abogado, que primero estuvo en la cárcel por su participación en la lucha por la independencia de Argelia y, con posterioridad, por su compromiso en la defensa de los derechos humanos, teme que todo este proceso sólo haya servido "para rellenar las fichas de la policía", ya que ha puesto al descubierto a los "adversarios" del sistema.