Damnificado

Yo también soy un damnificado de Telefónica. En el mes de julio contraté, a través del número1004, la compra de un aparato Famitel y acordé el pago fraccionado del mismo en tres mensualidades consecutivas. Telefónica me dijo que en 10 o 15 días tendría el aparato instalado en mi casa. No ha sido así. Ni en julio, ni en agosto, ni en septiembre, ni en octubre, ni en noviembre. He hecho numerosas reclamaciones llamando al 1004 y, aparte de verme obligado a repetir mi historia a dos o tres empleados cada vez y de escuchar buenas palabras sobre la pronta solución al problema, el asunto sigue igual. Bueno, igual, no: Telefónica me hace perder mi tiempo, pero ella no pierde el suyo y se ha apresurado a cobrarme las tres mensualidades del maldito Famitel, que en mala hora se me ocurrió comprar. Consecuencia: he comprado y pagado un aparato telefónico que aún no tengo y que Telefónica no sabe cuándo me lo entregará. El final de todo va a ser que exigiré a Telefónica que me devuelva mi dinero y contrataré los servicios de otra compañía. O prescindiré de la telefonía fija de mi casa y mi mujer y yo nos valdremos de los móviles, que no son de Telefónica.- . .