Desembarco en "el continente"

Con el paso dado ayer, Murdoch no sólo franquea el umbral de la televisión alemana de pago sino que se acerca al corazón de un grupo dueño de un buen catálogo de películas y de otros derechos audiovisuales comprados a precio de oro, que se ha visto en la imposibilidad de sacar adelante por sí mismo la operación de televisión digital en la que estaba embarcado. Kirch lleva gastadas sumas enormes desde 1996, sin haber logrado aún algo serio en este campo.Aprovechándose de la debilidad financiera de Kirch, Murdoch consigue su segunda cabeza de puente en la parte continental de Europa. El magnate lleva tres años intentando una vasta ofensiva. No consiguió comprar Fininvest, la empresa de la familia Berlusconi que posee más de la mitad de Mediaset; ni ha podido hacerse con una parte significativa de los derechos audiovisuales del fútbol italiano. Hasta ahora ha tenido que conformarse con el 35% de Stream, una pequeña plataforma italiana de pago.

A principios de año, Murdoch propuso la fusión de las actividades televisivas de BskyB con las de Canal + Francia, pero la iniciativa fue abandonada pronto ante la decisión francesa de no dejarse dominar por aquél. Escarmentado, el magnate se ha decidido a aceptar una presencia minoritaria en Alemania. Lo que pone en juego para ello no es su matriz, News Corp., sino que lo instrumenta como una inversión del grupo británico BskyB. Este último está controlado por Murdoch al 40%, y su segundo socio es Vivendi, el grupo francés presidido por Jean Marie Messier, a su vez accionista de Canal + Francia. Con la entrada de Kirch en BskyB, Rupert Murdoch se enroca frente a los franceses.

Sin perder del todo de vista a España -una filial del grupo de Murdoch ha ofrecido su tecnología a Onda Digital, el más reciente operador televisivo español, antes de tantear las posibilidades en futuras peleas por derechos deportivos-, el fruto de la alianza germano-británica conocida ayer es el de agrupar 7,3 millones de abonados a BskyB y 2 millones reivindicados por Kirch. Frente a ellos, el primer operador europeo, Canal + Francia, y sus asociados cuentan con alrededor de 10 millones.