Zaplana rompe su silencio americano

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se pronunció ayer por primera vez desde que el martes se destapara el escándalo. Desde Nueva York, de donde regresa hoy de un viaje oficial, avaló la decisión del Ivex de presentar una querella contra el ex director del organismo, José María Tabares. "Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Cuando se detecta una actuación irregular de un funcionario público o un dirigente político, por doloroso que sea, hay que ponerla en conocimiento de la autoridad judicial", señaló Zaplana. El presidente destacó que ante casos como este "hay que actuar con transparencia, rigor y valentía" y añadió que ahora será la justicia quien decida si hay o no responsabilidades. Zaplana ha asistido al estallido del caso desde miles de kilómetros. El presidente inició la semana con un viaje a Londres para asistir a un certamen turístico. Desde la capital británica saltó a Nueva York, donde ha participado en un par de actos oficiales. A pesar de la gravedad de los hechos, que pueden costarle a las arcas públicas más de mil millones de pesetas, no fue hasta ayer cuando el presidente consideró oportuno decir la suya.

El resto del Consell también ha sido parco en palabras, al margen de la comparecencia de la directora del Ivex, Carmen de Miguel. El consejero de Industria, Fernando Castelló, de quien depende directamente el instituo, remite cualquier aclaración del caso a su comparecencia ante las Cortes, que no será hasta dentro de un par de semanas. Ayer no acudió a un acto oficial que tenía en Alicante.