El director montará en Buenos Aires 'La tempestad', con Alfredo Alcón

El propio Lluís Pasqual ha sido comisionado por el Ayuntamiento de Barcelona para diseñar el proyecto de la Ciudad del Teatro. Al aceptar el encargo, Pasqual, que además conduce la transición del Lliure, se ha convertido en blanco de diferentes sectores teatrales catalanes, originando una fuerte polémica, aunque de momento más discreta y civilizada que la que tuvo por protagonista a Josep Maria Flotats en el caso del Teatro Nacional de Cataluña, y que se saldó con la marcha del actor a Madrid. Pasqual no se amilana por la contestación y lanza continuamente nuevas ideas susceptibles de levantar ampollas, como que el nuevo Lliure hará ópera, en la consideración de que el nuevo Liceo no es el sitio más adecuado, por sus grandes dimensiones, para Mozart o Rossini.Pasqual afirma que su trabajo gestionando el Lliure o diseñando la Ciutat del Teatre no afecta a lo que él considera el núcleo esencial de su vida: la creación teatral. Se le ilumina el rostro cuando habla de sus proyectos y de un pequeño teatro construido por Isozaki en medio de un bosque en Japón y en el que sueña en trabajar con actores de aquel país. Por lo pronto, hará en el Lliure en marzo El jardín de los cerezos, que será un muy pertinente adiós chejoviano a la sala histórica del teatro. Y tiene en cartera montar muy lejos de allí, en Buenos Aires, La tempestad, de Shakespeare, con Alfredo Alcón como Próspero -con Alcón, Pasqual también proyecta hacer las Comedias bárbaras, de Valle-Inclán- . El grupo argentino Periférico de Objetos se encargará de dar cuerpo a la parte mágica de La tempestad (que probablemente se verá en Barcelona ya en el nuevo Lliure). "Ariel es luz", señala entusiasmado Pasqual, sumergido ya en la oscuridad de la noche.