El artista vasco más internacional recibe el Premio de Humanidades de sus paisanos

Eduardo Chillida (Guipúzcoa, 1924), el artista vasco con mayor proyección internacional, es también profeta en su tierra. Poseedor de un abultado número de galardones -Príncipe de Asturias, Medalla de oro de las Artes, Premio Imperial de Japón, Premio Nacional francés de escultura-, receptor de innumerables reconocimientos, Chillida sumó ayer a su prestigiada relación de méritos el Premio de Humanidades y Ciencias Sociales, otorgado por Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos.El lehendakari, Juan José Ibarretxe, que presidió un acto al que asistieron numerosas autoridades políticas y representantes de la cultura vasca, elogió la figura de Chillida, a quien puso como ejemplo de la "abnegación, el esfuerzo y el denodado esfuerzo que distingue a toda la sociedad vasca".

El escultor vasco figura entre una ilustre nómina de galardonados con este premio, dotado con tres millones de pesetas, como el antropólogo Julio Caro Baroja, el romanista Álvaro D"ors, el lingüista Luis Villasante, el arqueólogo Jesús Altuna y el especialista en Estética Juan Plazola, distinguidos todos ellos por la contribución de su obra global al "desarrollo cultural de Vasconia".

El autor del Peine de los Vientos (San Sebastián), Elogio al horizonte (Gijón) y Gure aitaren etxea (Gernika), entre una vasta producción artística, se excusó ante los presentes porque "me olvidé el discurso" y además alegó tener "el ojo fastidiado", aunque tranquilizó a todos cuando afirmó que su obra "todavía no está acabada".