Prodi renuncia a su idea de imponer un calendario

La Comisión ha renunciado a una de las ideas del nuevo equipo de Romano Prodi que habían despertado más recelo: la de establecer un calendario de negociación con fecha fija para obligar a todas las partes a acelerar los trabajos de adhesión. Prodi se contentó ayer con desear que las primeras adhesiones puedan producirse el 1 de enero del año 2003, pero sin que eso constituya una obligación que algunos veían como una ruptura de todas las reglas hasta ahora aplicadas en este tipo de negociaciones.

Más firme fue el nuevo presidente al considerar que para esa fecha la Unión Europea debe estar ya preparada para la ampliación, lo que significa haber pactado las reformas institucionales que no pudieron cerrarse durante las negociaciones del Tratado de Amsterdam: estructura de la Comisión, reparto de votos en el Consejo de Ministros y quizá reducción del derecho de veto.