Errores de protocolo

La reunión anual del patronato del Instituto Cervantes ha tenido este año como escenario ocasional la Casa del Labrador, lugar de descanso, lejos de las preocupaciones de la Corte, de Carlos IV, y el jardín del Príncipe, situados en la localidad madrileña de Aranjuez. De entre los invitados sólo faltó la representación diplomática de la Embajada de Chile.Previamente a la celebración de la reunión, y en el único momento en que se dejó a la prensa asistir como espectadora del acto, desde uno de los rincones de uno de los salones se realizó el tradicional besamanos. Ni la propia Reina pudo reprimir una sonrisa cuando fue anunciada la presencia del ministro de Educación y Ciencia (nombre del departamento antes de que se unificara en Educación y Cultura), Mariano Rajoy. Tampoco estaba muy actualizado el cargo del director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, que fue anunciado como el director general de la institución. El escritor Camilo José Cela fue presentado exclusivamente como el premio Nobel y marqués de Iria Flavia. No hubo fallos, sin embargo, en las denominaciones de los cargos del ministro de Asuntos Exteriores y del secretario de Estado de Cultura.

Muchos de los asistentes a la reunión del patronato aprovecharon la ocasión para dar la enhorabuena a los Reyes por el reciente nacimiento de su nieto Juan.

Tras la reunión se celebró una comida, servida por un conocido restaurante madrileño, y se realizó una visita por los jardines que rodean la Casa del Labrador.