Los sindicatos protestan y el PP responsabiliza a los socialistas de la subida salarial a los ediles de Alicante

La decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del PP, de aprobar en el próximo pleno una subida de sueldos para los políticos del 30% mínimo (en el caso de los concejales con áreas delegadas será del 35%), desató ayer una oleada de protestas ante la que los populares reaccionaron arrojando la pelota al tejado del enemigo, responsabilizando directamente al PSPV, en la oposición, de la impopular medida. Para los populares, fueron los socialistas quienes propusieron el incremento salarial al alcalde, Luis Díaz Alperi, que "ni siquiera" se había planteado el asunto. Sindicatos y oposición arremetieron contra los populares, los primeros por considerar "una barbaridad" el aumento porcentual propuesto cuando los funcionarios tienen congelado el sueldo desde hace ocho años, y los segundos por estimar que la propuesta del alcalde se basa exclusivamente en criterios subjetivos, sin introducir en el debate cuestiones objetivas que puedan aconsejar el incremento de las gratificaciones y pagas extras. El portavoz del PP, Pedro Romero, respondió a ambos, de forma desigual. Con los funcionarios fue distante ("estamos en democracia y pueden decir lo que quieran", declaró), y tachó de cínicos a los socialistas, según él responsables del aumento salarial. "El alcalde", dijo, "no tenía intención de abordar este asunto, pero el portavoz socialista, José Antonio Pina, le pidió un aumento de sueldo en el primer contacto que tuvieron, y ahora se comporta como el Capitán Araña, se llena de dignidad y anuncia que votará en contra". Pina, visiblemente irritado, replicó de inmediato: "Eso es absolutamente falso", declaró, "y nos mantenemos en nuestra postura inicial de votar en contra hasta que la cuestión sea abordada en el seno de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, que emitirá una recomendación que todos los partidos deberíamos asumir". En el mismo terreno político, el tercer partido con representación municipal, EU, también votará en contra del aumento salarial para los políticos. Su portavoz, José Luis Romero, señaló que el problema fundamental es que el PP plantea el incremento como una cuestión puramente subjetiva, alegando que los ediles ganan poco y tienen muchas responsabilidades. "Si hoy hacemos una encuesta, el 100% de los ciudadanos opinaría lo mismo, pero ellos no tienen la potestad de marcarse sus propios sueldos, y por tanto insisto en que deben plantearse criterios objetivos, evaluables, antes de votar", dijo Romero. EU se opondrá a la subida, que considera "injusta e impresentable", y pedirá al resto de partidos que asuman un incremento idéntico al que la Ley de Presupuestos marca para los funcionarios, que no va más allá del incremento del IPC anual. Los funcionarios, por su parte, aprovecharon la coyuntura para reclamar mejoras en sus condiciones de trabajo, incluidos los ingresos. José Antonio Amorós, secretario de la sección sindical de UGT, destacó el desfase entre el aumento salarial que se autoadjudicarán los políticos con el que aplican a los trabajadores municipales. "Esperamos que el alcalde se muestre ahora generoso frente a nuestras solicitudes", añadió poco antes de anunciar que solicitará una reunión extraordinaria de la Junta de Personal para debatir el tema. Mariano Postigo, del Sindicato de Trabajadores de la Administración, se confesó "sorprendido" por la propuesta del PP de incrementar en un 30% el sueldo de los concejales. "No vamos a consentir la existencia de dos varas de medir ingresos, y pedimos al alcalde que sea solidario con los 1.800 trabajadores municipales, que además de tener los sueldos congelados no cobran íntegras las pagas extras".