Más beneficios, más despidos
Hace pocos días hemos conocido la noticia de que empresas como Michelín y Pirelli proponen importantes recortes de plantilla a pesar de obtener cuantiosos beneficios. La reacción de las bolsas a esta política fue una elevación en la cotización de sus acciones, con el consiguiente lucro de quienes poseen importantes participaciones en el capital de estas sociedades.Quizá los consumidores deberíamos reaccionar negándonos a comprar productos de empresas que aumentan sus ganancias mediante despidos, sin importarles el daño producido a miles de individuos y de familias. En este sentido, sería muy interesante que algunas organizaciones (sindicatos, partidos, asociaciones...) promovieran el boicot a los productos de las compañías que actúan de este modo.
Sin duda los beneficios son lícitos, la libertad de empresas también; pero, ¿no debería existir una correlación entre la libertad y la responsabilidad (social en este caso)? Si la reacción del mercado a los despidos con fines especulativos (no de superviviencia empresarial) fuese un descenso en las ventas, sin duda las acciones de las compañías que actuasen así caerían, perdiendo interés las políticas empresariales dirigidas a obtener lucro a costa del empleo. Evidentemente, el viejo argumento de que hay que despedir para ser más competitivos, y de ese modo preservar los restantes puestos de trabajo, suena a tomadura de pelo.
No se puede seguir construyendo una sociedad basada exclusivamente en la especulación financiera. Si no se tiene en cuenta a las personas, pagaremos un alto coste, en términos de inestabilidad y de exclusión social.-
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