Un artefacto casero explota ante la vivienda de un candidato del PP en Vitoria

La violencia callejera continúa apuntando en Vitoria a veteranos militantes del Partido Popular. Trece días después de que explotara un artefacto en el antiguo domicilio de un simpatizante de esta formación, otra bomba casera causaba ayer daños materiales en la puerta del piso de Guillermo Marín, de 63 años, candidato a juntero (parlamentario provincial) por Álava en las últimas elecciones locales, aunque no obtuvo escaño.El artefacto explotó a la una y media de la madrugada, cuando el afiliado y su esposa dormían en la vivienda, situada en la calle Errekatxiki, en el barrio de Santa Lucía. No obstante, la deflagración no causó daños personales. Sólo afectó en parte la puerta de entrada, así como en las de los otros dos pisos de la planta, que quedaron "picoteadas y desencajadas", según explicó la propia esposa de Marín.

La bomba no llegó a explotar por completo porque, según informó la Ertzaintza, sólo funcionó el dispositivo de los cohetes. El artefacto casero estaba compuesto por tres bombonas de camping-gas y varios cohetes pirotécnicos. En el fallo del mecanismo ayudó la intervención de un vecino, que avisó a Guillermo Marín de la presencia de una bolsa de plástico colgada del pomo de la puerta. Entre ambos apartaron la bolsa sin percatarse en un primer momento de que había un artefacto en su interior. La bomba estalló un instante después, cuando los dos hombres se refugiaron en el interior de los domicilios.

Así como en este caso no hubo ningún daño personal, en el anterior atentado de Vitoria, ocurrido el 11 de septiembre, sí resultó herida en la espalda una joven de 18 años con magulladuras de carácter leve. Tal y como ocurrió en aquella ocasión, los portavoces del Ayuntamiento de Vitoria se reunieron ayer para elaborar una moción que condenaba el atentado y expresaba su "compromiso con la paz". De nuevo, el texto lo firmaron todos los grupos políticos excepto Euskal Herritarrok. Los concejales radicales no están dispuestos a adherirse a una declaración de este tipo -pese a que lo hicieron el pasado mes de julio para rectificar al día siguiente- mientras no se incluya en el texto una alusión a la dispersión de los presos de ETA.