La reglamentación de la ley de crímenes ambientales en Brasil prevé graves sanciones

Los crímenes ambientales perpetrados en Brasil están desde ayer sujetos a graves penalidades despues que el Presidente de la República Fernando Henrique Cardoso firmase un decreto que regula la materia. La actual ley de Crímenes Ambientales, de 1998 no había sido posible aplicarla hasta ahora porque faltaba su reglamentación. Las nuevas normas en vigor desde ayer centuplican las sanciones anteriores.La alarma de los últimos -más de 24.000 incendios que desvastaron preciosos terrenos de floresta y de mata atlántica no sólo en Amazonia sino en diez Estados del país- al igual que el aumento de la deforestación llevada a cabo por colonos sin escrúpulos, ha llevado al Presidente Cardoso a firmar con urgencia el nuevo decreto que implica penas muy severas para los transgresores.

Hasta ahora la multa máxima contra los crímenes ambientales era de 4.960 reales ( 490.000 pesetas). A partir de hoy existen multas hasta de 5.000 millones de pesetas y en casos más graves la cárcel. Y la mínima es de un millón de pesetas. Los tres delitos más importantes que aparecen en el documento son los incendios dolosos, la deforestación y el transporte ilícito de materiales radiactivos.