La responsabilidad de Ngeny

Dominadores tradicionales del medio fondo y el fondo, los atletas kenianos sufren, sin embargo, un vacío espectacular en los 1.500. Pueden en 800 más que nadie con el naturalizado danés Wilson Kipketer, pueden en 3.000 obstáculos, en 5.000 y en 10.000 con cantidad de atletas. Sin embargo, en los 1.500 un keniano no gana una gran competición desde Peter Rono en los Juegos de Seúl 88. Y en los Mundiales, nunca. ¿Podrá Noah Ngeny, el fenómeno de 20 años y 295 días, el joven que fue capaz de bajar a 3.28.84 hace apenas un par de meses, llenar ese vacío? ¿O, más bien, como todos sospechan, sucumbirá también al poder norteafricano, dueño de la prueba desde los tiempos de Auita, sucedido por Morceli y ahora por El Guerruj? Y llegados a este punto, ¿por qué precisamente tienen que ser norteafricanos, argelinos como Morceli, marroquíes como Auita o El Guerruj, quienes dominen la distancia? ¿Y además, por qué para más coincidencia son los españoles, los parientes del norte, quienes les secundan en el historial? Como diría el otro, ya Darwin lo dijo en sus tiempos: la selección de las especies, amigos, sólo los más fuertes sobreviven. Y el Rif, y las duras mesetas, y no olvidéis que hubo en tiempo en que no hubo estrecho de Gibraltar, y...Pero Noah Ngeny tiene aún tiempo para establecerse. Y, además, se está haciendo atleta en Gran Bretaña, la tierra prometida de los 1.500 y de la milla hasta que desembarcaron los africanos y los españoles.