A medio camino

La mesa del empleo en el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) ya no ha dado para más. La cuerda se ha tensado durante 19 meses y al final se ha roto. Los últimos nueve meses, con una huelga general por medio, no han servido para acercar posiciones entre patronal y sindicatos sobre la reducción de jornada a 35 horas. El CRL se ha quedado a medio camino y su mayor éxito fue la firma, el pasado mes de enero, del Acuerdo Vasco por el Empleo, un pacto que ha contado con muchas dificultades para su desarrollo. Las bases del acuerdo fueron la renovación de plantillas,la supresión de horas extras y la regulación de las empresas de trabajo temporal (ETT). El cambio generacional en las plantillas debía llegar a través del contrato de sustitución, una fórmula cara y poco viable, que se ha visto reemplazada por el contrato de relevo y que aún así todavía no ha tenido mucho éxito. Con seis meses de retraso, a finales del pasado mes, el Gobierno vasco aprobó las ayudas tanto a la renovación de plantillas como para incentivar la reducción de horas extras. Pese al lento desarrollo del acuerdo, nadie en la mesa de negociación se arrepiente de haber firmado un texto parcial y haber continuado la discusión sobre la reducción de jornada a las 35 horas, pero, al mismo tiempo, las dos partes se acusan entre sí de falta de flexibilidad.