Justicia privada

La confusión que invade al ciclismo adquiere un grado más cuando una empresa privada de la importancia del Tour se erige en garante de la moralidad ajena, es capaz de calificar la conducta de otras empresas y de otras personas, se coloca un paso por encima del dictado de la justicia y establece una particular interpretación de la presunción de inocencia. Está por ver si el Tour, con sus actos, le ha hecho un favor al ciclismo. Aceptando que la conducta de Manolo Saiz el año pasado no fue afortunada, mejor ejemplo es el que han dado los equipos al no boicotear el Tour. Parecen haber entendido que matar el Tour es matar el ciclismo y ya es algo para los tiempos que corren, ahora que todo el mundo huye del ciclismo como de la peste.

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