Carta abierta

(Carta abierta al señor ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja).Señor ministro: el 20 de abril, y por mediación de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), las víctimas del hotel Corona de Aragón le enviamos un escrito solicitando que nos recibiera. Como hasta la fecha no hemos tenido contestación alguna, utilizo este medio para exponerle mi caso.

Me quedé viuda hace 20 años en el incendio del hotel Corona de Aragón (por todos es sabido que, a consecuencia de este siniestro, fallecieron 78 personas, entre ellas mi marido). Ese día el hotel estaba repleto de mandos militares, y también se encontraba hospedada la viuda del anterior jefe de Estado, doña Carmen Polo. Pero, pese a la evidencia manifiesta de que se trató de un atentado, nunca ha sido considerado como tal.

En mi familia, compuesta por tres hijos, que por aquella fecha tenían siete años, cuatro años y cinco meses, respectivamente, hemos vivido dos tragedias: una propia, la pérdida del ser más querido, y otra, la de quedarnos sin ningún recurso, ya que el Gobierno nos negó todo tipo de ayuda económica, tanto de viudedad como de orfandad a mis tres hijos (los presos, cuando salen de la cárcel, tienen una ayuda familiar; yo, ni eso). Con mi trabajo he criado a mis hijos con dignidad, inculcándoles que algún día se nos haría justicia; pienso que ese momento puede ser ahora, con la proposición de Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo que debatirán en el Parlamento.

Apelo a su buen criterio, y espero que nos incluya dentro del mencionado proyecto de ley, pues la zozobra en la que nos tienen, sin saber si vamos a estar incluidos o no, nos ha vuelto a remover los sentimientos más dolorosos de nuestro corazón, que estamos tratando de ahogar desde hace 20 años, y esto, cuando menos, no es justo.

Hay pruebas irrefutables que avalan la autoría del atentado (la reivindicación, en su momento, de ETA en los periódicos Egin y Heraldo de Aragón, también en Radio París); tendría que ser más que suficiente para considerarlo terrorismo. Espero que ahora se nos haga la justicia de la que se nos privó durante 20 años. Permita descansar de una vez a los vivos, y aplique la justicia que se merecen nuestros muertos.-