Economista y urbanista

¿El modelo de la Fira de Barcelonase adapta a la actual configuración de la ciudad? R. La Fira está integrada incluso físicamente en la ciudad. Lo que hace la Fira, sus salones, sus iniciativas en general, toda su actividad comercial revierte en la ciudad. Basta constatar que, en los momentos de grandes convocatorias, se llenan los hoteles con naturalidad, es decir, no se trata de que algunos tengan overbooking mientras otros están vacíos. ¿La apuesta de ampliación en el polígono Pedrosa, en la Gran Via sur, le parece la mejor solución? R. Se trataba de crecer de forma integrada respecto a la ciudad. Ello quiere decir que otras opciones, como la del Mas Blau, en El Prat de Llobregat, hubiesen significado reactivar la actividad ferial en la periferia, en este caso concreto hubiésemos desembocado en un modelo de salón de aeropuerto, un sistema que ya existe en otras ciudades , pero que, de ninguna manera, es el que le conviene a Barcelona. ¿Por qué Fira de Barcelona crece menos que Ifema, en Madrid, y que otras ferias europeas? R. No se trata de buscar la causa del menor crecimiento, sino de saber que Barcelona ofrece un alto valor añadido. La de Barcelona no es una feria de consumidor final, de cara al público. Es un modelo profesional, tal como se ve en Construmat.