Àngel Forner Catedrático de la Escuela Universitaria de la UB

¿En qué medida la falta de guarderías limita laboralmente a las mujeres? Respuesta. La incorporación de las mujeres al mundo del trabajo supone a menudo un elevado coste personal. El problema se presenta con mayor crudeza en el caso de las mujeres que ya trabajan y que desisten de tener hijos. Faltan medidas de apoyo: servicios de atención a los niños y a las familias para que el mercado de trabajo no pierda personal capacitado ni los hijos pequeños tengan que sufrir falta de atención. ¿Por qué existe un déficit tan acusado de guarderías? ¿No es algo prioritario para las administraciones? R. Las administraciones, la autonómica y las locales, adoptan opciones políticas que condicionan los criterios de actuación. En este sentido observamos un elevado grado de desacuerdo. Hay ayuntamientos de poblaciones pequeñas que hacen un esfuerzo importantísimo para atender a los niños, mientras que otros con mayores posibilidades casi no tienen en cuenta este tipo de servicio. Ciertamente, se trata de opciones políticas. Creo que las distintas administraciones, a través de convenios, deben resolver el déficit de guarderías, pero manteniendo el control y la exigencia de la calidad. Debe conservarse también la calidad adquirida en las escuelas infantiles públicas. ¿En qué zonas de Cataluña y en qué sectores sociales las mujeres sufren más la falta de guarderías? R. Los principales déficit se hallan en los municipios más pequeños (que no llegan a 5.000 habitantes) y en los de mayores dimensiones (de más de 50.000). La falta de este servicio para los niños menores de tres años perjudica en mayor medida a los sectores con inferiores posibilidades económicas y culturales.