Versos llenos de música

El acto de hoy tiene un protagonista y un destino: el de la lengua castellana, el de la poesía en español. Hierro, sin duda, es un creador ético, un resistente ético y estético que, como leemos en sus obras, "está vivo y pide lucha": porque es de los que creen -y acierta- y tiene en el sacrosanto concepto de libertad, sin fronteras ni concesiones, el horizonte y la geografía interior de su poética. (...) Un hombre tímido, vitalista, afable; alguien que ha hecho de la intensidad de vivir un reclamo, el emblema de su obra. (...)

La poesía de Hierro, la tradición y la vanguardia de un tiempo, de un país, reflejada en la obra que hoy se premia, con el respeto y el afecto de todos, y con el recuerdo de los que fueron cómplices de ese itinerario de reconstrucción poética: Celaya, Otero, Hidalgo. (...)

Hay, en José Hierro, un sentimiento musical que impregna sus versos como si un conjunto de cámara marcara, de manera indeleble, cada nota, cada acorde, cada sintonía. (...)

Con José Hierro, el Premio Cervantes no sólo se consolida sino que se abre a la hondura de la emoción, al sabio manejo de una lengua poética, cuyos antecedentes no son tan remotos, se encuentran en la lírica natural de Lope de Vega, en el misterio de las cosas, en el tono cercano y contundente, en la confidencia y en el paso del tiempo, con sus emblemas extraños y desasosegadores.(...)

En el solemne acto de hoy queda al testimonio de una obra poética, la de José Hierro, marcada por una patria más grande y ancha, la de la lengua. Que es el pulso y el ritmo de la historia, el mayor compromiso de un escritor.