Lecciones de Ruanda

En el quinto aniversario del genocidio de Ruanda, la Administración de Clinton ha mostrado su condolencia a los ruandeses y les ha animado a seguir en el camino de la unificación (. . .) la reconstrucción y la reconciliación. (...) Es correcto, pero la Administración haría bien en seguir alguno de esos consejos. Estados Unidos debería hacer un estudio en profundidad de las razones de sufra caso. Tras los bombardeos de la embajada o después de otros ataques terroristas que se han cobrado vidas de norteamericanos, el Gobierno no ha dudado en formar comisiones para atribuir responsabilidades y hacer recomendaciones para evitar que se repitan. De abril a junio de 1994, los miembros de la mayoría hutu de Ruanda asesinaron a más de las tres cuartas partes de la minoría tutsi. Muchos observadores culparon al "odio tribal ancestral", o a las consecuencias de un "estado fallido", como en Somalia. Pero no se ha buscado ninguna explicación, según el exhaustivo in forme publicado por la organización Human Right Watch el mes pasado. (...) La limpieza étnica ahora desencadenada en Kosovo muestra lo difícil que es prevenir este tipo de crímenes incluso cuando la comunidad internacional interviene (...). La Administración norteamericana debería abrir sus archivos a un grupo de analistas extranjeros. Francia, Bélgica, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la OUA y Ruanda deben analizar este genocidio y su participación en él. (...) Al hacerlo, Estados Unidos se estará preparando para actuar mejor la próxima vez.

9 de abril