Cristina Pato inicia con 'Tolemia' la racha de las nuevas gaiteras españolas

Ya no es la única, pero sí la primera que ha editado un disco: Tolemia, una palabra que significa locura en gallego. Tras los éxitos discográficos del gallego Carlos Núñez y del asturiano José Ángel Hevia, le toca ahora el turno a una gaitera. Cristina Pato, de 18 años, natural de Ourense, espera convertirse en otra figura del instrumento y presenta mañana su disco en Madrid (Colegio Oficial de Médicos).

Está acostumbrada a los viajes. Como solista de la Real Banda de Gaitas de Ourense, en la que ingresó con apenas seis años de edad, ya ha tocado en Berlín, Praga, Edimburgo, Londres, Chicago, Acapulco... "Me gusta mucho viajar, pero sin tener que cargar con ese traje regional inmenso", asegura riendo.A Cristina Pato se la pudo oír en el disco recopilatorio Naciones Celtas II con el grupo Mutenrohi, cuyos miembros la han ayudado a grabar Tolemia. En diez días, 28 músicos pasaron por el estudio: "Le puse Tolemia, que significa "locura" en gallego, porque es un disco rompedor. La gente verá que esto no es precisamente lo más gallego que han escuchado con una gaita. Está desde lo más tradicional, la muñeira, hasta el pop, el funky, la música brasileña, la africana... Voy abarcándolo todo, lo cual es una locura".

"Ser la primera es una responsabilidad", admite, "porque en Galicia hay muchísimas chicas que tocan la gaita. Tantas como chicos. A lo mejor hace cien años no, por causa de la tradición, pero que yo recuerde siempre he estado rodeada de chicas. Y me parece genial que cada día salgan más".

Aunque no conoce personalmente a Susana Seivane, la otra gallega que publica estos días un disco, piensa que la gaitera de Lugo sigue una línea más tradicional. "De su vida me entero por las entrevistas que me hacen", dice con una sonrisa. "Yo tengo una gaita de su familia. Los Seivane son de los mejores luthiers que hay en Galicia".

Pato piensa que puede aportar algo diferente con sus temas: "Quiero romper un poco con el rollo celta. Creo que la gente se está aferrando a un mundo muy pequeño", afirma. "Vale que los celtas son nuestros ancestros, pero entonces también me debería sentir romana", afirma Cristina Pato, que desde septiembre está cursando décimo de piano en Barcelona y que en su casa escucha desde Shostakóvich y Stravinski hasta Capercaillie o los Red Hot Chili Peppers.

"Intento mostrar a la gente de fuera de Galicia que la gaita no es tan limitada como piensan. Instrumentos como el violín también fueron evolucionando. Una evolución natural sería la de ir abriendo caminos. Quizá el mío no sea el bueno, pero me arriesgo", asegura. "Para la gaita necesitas ser muy buen intérprete, porque, de lo contrario, puedes llegar a aburrir a cualquiera".