La Iglesia pide al Gobierno italiano más firmeza en la lucha contra la inmigración ilegal

La política inmigratoria del Gobierno italiano (de centro-izquierda), que hace un mes legalizó la situación de decenas de miles de inmigrantes extracomunitarios sin documentación, recibió el lunes un fuerte varapalo del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), el cardenal Camillo Ruini. Ante el consejo permanente de la CEI, que agrupa a los obispos italianos, Ruini criticó la ley de inmigración aprobada hace apenas dos años y pidió que sea modificada.La tesis del presidente de la conferencia es que es necesario que exista "una verdadera y creíble regulación de los flujos migratorios" junto a una política de firmeza "para detener y desanimar la inmigración clandestina". Las empresas del norte necesitan la mano de obra extranjera para sobrevivir, pero allí es donde está afianzada también la Liga, la federación de partidos secesionistas que está recogiendo firmas para apoyar la celebración de un referéndum contra la actual ley de inmigración. La posición de muchos miembros de la jerarquía eclesiástica del norte es muy próxima a la de la Liga, que ve con temor la entrada masiva y descontrolada de extracomunitarios.

La intervención de Ruini viene a definir en sus justos términos la posición concreta de la Iglesia, que se opone "a cualquier forma de inmigración clandestina con los fenómenos de explotación, de abominable mercado y los peligros para la vida que la acompañan", pero no de una forma indiscriminada, porque, señaló el cardenal, "acoger a los prófugos sigue siendo un imperativo moral".

La posición de la Iglesia italiana se separa de la del Vaticano, que se ha expresado siempre, no sólo a través del Papa, a favor de la acogida humanitaria a los inmigrantes sin entrar en las dificultades que entraña para la sociedad italiana absorber ese flujo incontenible. Las regiones italianas han pedido al Ministerio de Trabajo que otorgue permisos a 42.000 inmigrantes para cubrir sus necesidades laborales el próximo año. Casi la mitad de las peticiones -exactamente 20.000- proceden de dos regiones del noreste, el Veneto y el Trentino.