Captura en La Coma de los dos supuestos atracadores que dispararon al vigilante de un banco en Picanya

Una veintena de agentes de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de Paterna se desplegaron ayer sobre las seis y media de la mañana en el barrio de La Coma. Buscaban a dos atracadores muy peligrosos que el pasado 29 de enero le pegaron dos tiros al vigilante privado de la Caja Rural de Torrent en Picanya y lo dejaron gravemente herido. La operación se saldó con la captura de los dos supuestos autores de esos disparos (cuya imagen quedó recogida en la cámara de vídeo de la sucursal): Enrique Fuster Pascual, El Loquillo, de 28 años, y Manuel Aguilar Barba, El Pollo, de 24. También fue detenido otro supuesto compañero de asaltos que no participó en el atraco de Picanya, Sergio M. M., de 26 años. Fuster, que estaba fugado desde la pasada primavera del penal de Daroca (Zaragoza), está considerado como el más peligroso y sanguinario de los tres. Pero fue el primero en caer. Los agentes llamaron a su puerta, en la zona de Las Torretas, sobre las siete de la mañana y lo detuvieron sin darle tiempo a reaccionar. En cambio, la captura de Aguilar se prolongó siete horas. A la misma hora en que era detenido El Loquillo, los agentes se personaron en casa de El Pollo, en el número 10 de la calle de La Yesa. Mientras su madre entretenía a los policías, Manuel huyó por la ventana. Estaba en la séptima planta, pero no tuvo vértigo. Se deslizó por la cornisa hasta la vivienda de al lado, que se encuentra vacía. Allí se ocultó durante horas, hasta que los agentes se percataron y lograron una orden judicial de registro, traída por una comitiva del juzgado de guardia de Paterna. Sobre las dos y media de la tarde, los agentes (provistos de chalecos antibala y metralletas), hicieron añicos la puerta y lo capturaron. Pocos minutos después, la Policía Local identificó a Sergio, que circulaba en un Ford Orion por la calle de Burriana. Tras una breve persecución lo atraparon en la calle de Foios a las 14.55 horas. Los agentes le imputan varios atracos en compañía de los otros detenidos, sobre todo en la provincia de Castellón. Los tres fueron conducidos a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Valencia. En su vasta carrera de atracos bancarios han arramblado con cerca de 13 millones de pesetas, según los investigadores. En el barrio culpan al Loquillo de arrastrar a la delincuencia a muchos jóvenes, entre ellos a Manuel.