El presidente lamenta el sentimiento de "superioridad" de los catalanes

Eduardo Zaplana comentó ayer a la Cadena SER que el Arco Mediterráneo, que engloba aproximadamente la zona ribereña entre Almería y Roma, es una de las zonas con un mayor crecimiento potencial de toda la Unión Europea y lamentó que "Cataluña a veces pierde oportunidades por considerarse superior". Zaplana respondía a una pregunta sobre los supuestos privilegios que ha concedido el Gobierno central a la Comunidad Valenciana desde que José María Aznar llegó al poder. La posibilidad de que el puerto seco de Madrid estuviera más vinculado a Valencia que a Barcelona, la apertura de la autovía entre ambas capitales o la posibilidad de establecer una línea de tren de alta velocidad que una Valencia con Madrid ¿indicarían, acaso, una voluntad de desplazar hacia el sur la capitalidad del Mediterráneo español? Zaplana negó rotundamente cualquier interés de parte del PP de arrebatar protagonismo a Barcelona en favor de Valencia y se limitó a recordar la situación de marginación que ha vivido la "tercera ciudad de España" en materia de infraestructuras. Evitó un catálogo de agravios, pero se embarcó en una reflexión sobre las posibilidad de crecimiento del Arco Mediterráneo y explicó que ha mantenido contactos con los presidentes de Murcia y Baleares para impulsar estrategias conjuntas. Contactos que no han terminado de cuajar en relación con los catalanes, porque siempre han mostrado un cierto aire de "superioridad", según Zaplana, que les ha llevado a perder varias oportunidades de colaboración, que no citó. El presidente recordó que la Generalitat valenciana ha colocado un consejero en la sociedad que gestiona el puerto seco de Madrid, un centro de mercancías vinculado con el tráfico marítimo, para aumentar las relaciones, pero negó cualquier estrategia contra los catalanes. Señaló que es importante consolidar un eje entre Valencia y Barcelona y destacó que sus relaciones institucionales con Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Catalunya, son muy buenas. Sin embargo, la cumbre entre ambos gobiernos autonómicos, pactada a finales de noviembre en Roma y prevista para el próximo mes de febrero todavía no ha llegado a concretarse.