Sobre el sida

Madrid es la ciudad europea con más sida. Un peligro grave para nosotros y nuestras familias. Pero el máximo responsable de la institución que durante más tiempo y con más medios, hasta los más coactivos, ha pretendido dirigir nuestras costumbres, nuestra moral, no asume sus evidentes responsabilidades por esta situación.Más aún, se atreve a criticar hoy al Gobierno del Partido Popular, que, en su campaña de prevención del sida, no se limita sólo a los métodos de prevención que quiere imponer en exclusiva el Vaticano: castidad y monogamia. Métodos infalibles, que una mortal experiencia muestra que son incapaces de practicar, a la larga, la inmensa mayoría de sus fieles.

Nos encontramos pues ante un trágico esfuerzo de la dogmática: "Hágase como yo digo, aunque perezca el mundo por sida". Hay que tener mucho arrojo y poco sonrojo para atreverse, desde su posición, a criticar así a los demás, señor Rouco Varela.

Parece surgido del Evangelio, viva ilustración de "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio".

¿Qué actualidad siguen teniendo las advertencias de Jesús con "los que ponen pesadas cargas sobre los demás, sin llevarlas ellos mismos ni con un sólo dedo".-