Nervios en las bolsas ante el estreno de la moneda única

Difícilmente habrá un lunes con tanta expectación en los mercados financieros como hoy. La nueva moneda europea, que cuando salga esta edición ya se habrá estrenado en los mercados de Oceanía y del este asiático, pretende ocupar un hueco entre las principales del mundo, sobre todo frente al dólar y el yen. La lucha por encontrarlo no es fácil, pero la zona euro cuenta de partida con un mercado de mucha importancia que garantiza la fortaleza de nueva moneda. En cualquier caso, lo mejor es curarse en salud como hace el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el francés Christian Noyer, que ayer, tras subrayar que "el euro no tiene ninguna voluntad agresiva frente al dólar", manifestó que la moneda estadounidense seguirá siendo la de referencia durante mucho tiempo. Noyer añade, en una entrevista con el periódico italiano Il Sole 24 Ore, que "el hecho de que Estados Unidos desee un dólar todavía más fuerte es una garantía de estabilidad de los cambios y del sistema". Por otra parte, recordó que el objetivo es que "el euro sea una moneda estable, no una moneda sobredimensionada" e indicó que espera que se desarrolle como una moneda internacional "porque muchos jugarán para que mantenga su valor a lo largo del tiempo". Adaptación Otro francés, Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco de Francia, destacó que hoy lunes será el día crucial para la nueva moneda. Trichet, que como el resto de gobernadores de los bancos centrales ha estado trabajando durante el fin de semana para hacer el proceso de redenominación, señaló que se han podido evitar todos los obstáculos sobre el funcionamiento de los ordenadores, en especial el del sistema TARGET que servirá para el traslado de datos sobre las cotizaciones entre los 11 países que integran la nueva moneda única. La compatibilidad informática, sin embargo, es la mayor dificultad que habrán de afrontar las bolsas de los Once a partir de hoy, según coindicen en subrayar todos los expertos y los responsables de los mercados financieros nacionales. Nadie está seguro de que el enorme de las cotizaciones pueda estar disponible instantáneamente en todas las plazas financieras. Los Once discuten todavía sobre el soporte informático de futuro con el que se deberá dotar la bolsa europea.