Vázquez Montalbán sostiene que el bloqueo perpetúa el inmovilismo político en Cuba

El título del último libro de Manuel Vázquez Montalbán, Y Dios entró en La Habana, alude a la visita que el Papa realizó a la isla caribeña el pasado año pero también a Fidel Castro, que aparece en la fotografía de portada como un "atlante del socialismo real", en palabras del autor. El encuentro entre estas dos controvertidas figuras sirve de pretexto al escritor para sumergirse en Cuba, un país cuyos sectores más inmovilistas han encontrado en el bloqueo norteamericano la justificación de su perpetuación, según apuntó Vázquez Montalbán, quien se mostró optimista sobre el futuro de la isla por cuanto considera que puede compaginar la apertura democrática con una orientación socialista.

Vázquez Montalbán asegura que Cuba puede evolucionar por dos factores: por la muerte de Castro, que supone una gran incógnita sobre los hechos que desencadenará, y por el fin del bloqueo, que dejará "sin coartada" a los inmovilistas y creará un nueva dinámica. Sostiene el escritor y periodista que La Habana es "una metáfora de la revolución". La ciudad es un muestrario de antigua arquitectura colonial y de grandes viviendas construidas por la burguesía de los años 40 y 50, muchas de ellas en estado de abandono, pero no existe ninguna continuidad, por lo que da la sensación de "estar parada como la revolución". Vázquez Montalbán, que presentó el libro en Crisol, también subraya el peligro de anexionismo a los EE UU que subyace en un país que ha cambiado a Marx por Gramsci y al marxismo por el nacioanalismo.