Tesoro vivo de la memoria

La Biblioteca Nacional fue construida según los proyectos arquitectónicos de Francisco Jareño y Antonio Ruiz de Salces, entre 1866 y 1892, año en el que fue finalmente inaugurada. Su planta rectangular, con un tómbolo central, aloja la Sala de Lectura, más cuatro patios interiores y un anillo perimetral. La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, en Washington, que data de 1897, se le asemeja sobremanera.En su día costó seis millones de pesetas. Posee tres plantas sobre cota, con enormes ventanales, más siete metros profundidad hábiles para depósito. Su fachada, aunque decimonónica, es de inspiración neoclásica. La estructura incluye vigas metálicas roblonadas. Alberga aproximadamente nueve millones de objetos, desde 5.200.000 libros, 3.000 de ellos incunables, hasta un millón largo de fotografías, medio millón de grabados, 462.000 postales, 195.000 discos y 20.000 vídeos.

Algunos de sus depósitos cuentan con blindajes de hasta dos metros de espesor. Atesora desde el original del Poema de Mío Cid y de la primera Gramática de Antonio de Nebrija hasta manuscritos de Leonardo da Vinci y dibujos originales de Rembrandt, Velázquez y Goya.

La Biblioteca Nacional es un organismo autónomo vinculado al Ministerio de Cultura. En su interior trabajan establemente 501 personas. Dispone de un Museo del Libro, se encuentra informatizada con un sistema Ariadna y posee numerosas salas de investigación y exposiciones en su anillo perimetral. Existe un Plan director, igualmente ideado por Junquera y Pérez-Pita, para el contiguo Museo Arqueológico, que ocupa un tercio aproximadamente del edificio del paseo de Recoletos. Un muro medianero segregó en su día el Museo de la Biblioteca, rompiendo su unidad. Este plan espera aún su aplicación.