El Parlament pide que los Mossos tengan competencias antiterroristas

Todo el arco parlamentario catalán, incluido un sorprendente PP, aprobó ayer una proposición no de ley, presentada por ERC y enmendada en parte por CiU y el propio PP, para que los Mossos, en un futuro lejano, lleguen a tener competencias en materia antiterrorista. [EN] De hecho, la aguada proposición, que rehúye llamar a las cosas por su nombre, lo que hace es instar a la Generalitat a que abra vías "hacia un nuevo marco de políticas coordinadas entre el cuerpo de los Mossos d"Esquadra y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en materia antiterrorista, cualquiera que sea el cuerpo que haya iniciado la intervención". Una iniciativa que más parece, según los expertos, un brindis al sol por su inocuidad y su poco futuro.

Se trata de una iniciativa sin demasiadas posibilidades de prosperar por muchos motivos. Uno de ellos -básico- es que para el Departamento de Gobernación no es precisamente prioritario asumir una competencia como la de terrorismo. Un portavoz del citado departamento no podía ser ayer más claro al manifestar: "En Cataluña no se dan problemas de terrorismo y ETA anunció el pasado mes de septiembre una tregua indefinida." En Gobernación se reiteraba ayer el máximo respeto por las decisiones del Parlament y por ello, se añadía, trasladarían la proposición a la Junta de Seguridad de Cataluña, pero sin prisas y sin demasiada confianza. No será en la próxima junta, prevista para abril -el organismo se reúne cada seis meses-, cuando se estudie la iniciativa parlamentaria, aseguraron. Tibieza en CiU Otro indicador del escaso porvenir que tiene lo aprobado ayer es que CiU, la coalición del Gobierno de la Generalitat, acogió con tibieza la iniciativa de los republicanos, presentada el pasado junio, cuando ETA todavía no había anunciado su tregua. "Las cosas han cambiado desde entonces", señaló ayer la diputada Rosa Bruguera. Otras fuentes nacionalistas justificaban el poco entusiasmo que levantó la proposición de Esquerra Republicana (ERC) al señalar que votaron a favor de ella "porque no se hubiese entendido" que hubiesen hecho otra cosa. Otra razón -trascendental- por la cual la proposición tiene poco futuro radica sencillamente en el hecho de que el Gobierno central tampoco está por la labor de ceder una competencia como la antiterrorista, que afecta a la raíz misma del Estado, a su seguridad. "Por definición, el terrorismo es materia supracomunitaria y, por tanto, el combatirlo afecta a las policías de ámbito estatal. Se le augura poco futuro a esta proposición del Parlament. Ya hay un acuerdo de colaboración sobre materia antiterrorista entre las dos administraciones y lo que hay que hacer es cumplirlo", señalan si tapujos en medios del Gobierno central. Se refieren al protocolo firmado en octubre de 1997 entre el Departamento de Gobernación y el Ministerio del Interior por el que se regula el papel que deben desempeñar los Mossos d"Esquadra en caso de atentado o acción terrorista. De hecho, este protocolo reserva para la policía de la Generalitat labores menores, como la realización de campañas de prevención o la organización de la evacuación de heridos en atentados, y deja para la Guardia Civil y para el Cuerpo Nacional de Policía las funciones puramente policiales de investigación y desarticulación de grupos terroristas. Es este papel de segundón reservado a los Mossos lo que llevó al diputado republicano Joan Ridao a presentar la proposición. Ayer, en la explicación de su iniciativa, el mismo Ridao basó la necesidad de un nuevo acuerdo en "el papel testimonial, de comparsa, subsidiario y no activo" de los Mossos en materia antiterrorista, "con lo que se incumplen las aspiraciones de que la policía de la Generalitat sea una policía ordinaria e integral". Más difícil lo tuvo el diputado Simó Pujol, del Partido Popular (PP), para explicar el apoyo de su grupo, caracterizado por defender la integridad de Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía frente a la expansión de los Mossos, a una proposición que, pese a su inconcreción, pide más competencias para los Mossos. Pujol, tras lograr que se suprimiera el concepto "competencia compartida", en una confusa explicación, dijo que "haría falta iniciar una negociación no para que se produjera el traspaso de la competencia [antiterrorista], sino el traspaso de funciones para mejorar la seguridad." Lo redujo todo a una cuestión semántica.