Sombras en los países occidentales

La pena de muerte en EEUU, donde hoy se puede alcanzar la ejecución número 500 desde que fuera reinstaurada la pena capital en 1977, y los abusos contra la población inmigrante en los países europeos occidentales ensombrecen los avances en el respeto de los derechos humanos durante el último medio siglo, según los informes de Amnistía Internacional (AI). Cerca de la mitad de los reos ejecutados en EEUU pertenecen a minorías étnicas. En el Estado de Florida, las posibilidades de que un negro que mate a un blanco sea condenado a la pena capital son 15 veces mayores que si mata a una persona de su misma raza.En la actualidad, más de 3.300 reclusos esperan a que se cumpla su sentencia en los llamados corredores de la muerte. Y en la mayoría de los casos de extranjeros condenados a la pena capital en EEUU se ha comprobado que no contaron con acceso a la asistencia consular.

Aunque la pena de muerte ha quedado prácticamente abolida en el territorio de la Unión Europea, los países europeos occidentales siguen figurando en los informes anuales de AI sobre violaciones y abusos contra los derechos de los inmigrantes.

El Comité de Derechos Humanos de la ONU expresó el año pasado su preocupación por el número y la gravedad de los malos tratos infligidos en Francia a detenidos por funcionarios de los servicios de seguridad encargados de hacer cumplir la ley, un riesgo "mucho mayor para los extranjeros e inmigrantes".