El Tenerife, víctima de su destino

Cada jornada que pasa, el Tenerife se ve incapaz de sacudirse el maleficio que desde la pasada campaña ensombrece su trayectoria. Ayer, el Zaragoza de Txetxu Rojo fue testigo de buenas rachas de juego del equipo canario, ocasiones muy claras para marcar, dominio de vez en cuando, control del juego y de su ritmo, pero con un destino que parece incambiable.El partido se presentaba como trascendental para el futuro inmediato del Tenerife e incluso de su propio entrenador, Juan Manuel Lillo. El equipo canario llegaba como farolillo rojo en la clasificación y con muchas dudas en cuanto al juego y, sobre todo, respecto a la capacidad anímica de sus jugadores.

Pese a todas estas circunstancias, el grupo de Juan Manuel Lillo se movió con imaginación y entrega en el primer cuarto de hora, con oportunidades claras de gol, sobre todo un disparo de Makaay al larguero (es el tercer palo que da el holandés en los últimos tres encuentros) y un remate de Juanele a bocajarro que Juanmi rechazó con el cuerpo cuando se cantaba el gol. Los problemas del Zaragoza en defensa los resolvía con muchas faltas que el colegiado García Aranda no castigó con tarjeta, a pesar de la reiteración. A medida que avanzaba el partido, el conjunto aragonés se asentó en el terreno de juego, aunque las opciones atacantes se limitaban a disparos a balón parado.

En la reanudación, el Zaragoza impuso mejor su esquema y, aunque seguía sin tener demasiada presencia en el ataque, dominó bastante la situación. Rojo quiso aprovechar los huecos que comenzaba a dejar en defensa su rival y sacó a Gustavo López. El jugador argentino también se apuntó a llevar peligro con balones parados y lo hizo con dos saques de esquina muy peligrosos.

Sin puntería

El Tenerife buscaba alternativas, pero a la hora del remate no hubo puntería como demostró Domingos en una buena jugada que no pudo definir con su disparo colocado. El partido se rompió en la recta final con una oportunidad de Jamelli y el posterior gol del Tenerife en una jugada de tesón por parte de Slovak y de generosidad de Juanele que dejó a Makaay el honor de marcar.El futbolista holandés pudo sentenciar el encuentro minutos después en un fulminante contraataque, pero el destino del Tenerife parece estar escrito y la suerte de espaldas, ya que a cinco minutos para el final recibió el gol del empate en un precioso remate del ex atlético Yordi.