El riesgo de 'legionella' está en el agua

El Hospital Miguel Servet de Zaragoza ha dado por resuelto el brote de legionella que causó la muerte de tres pacientes en noviembre pasado sin haber podido llegar a saber dónde estaba el foco de infección. Tras la aplicación de un tratamiento intensivo de cloro y calor, el gerente del hospital, Antonio José Rueda, afirma que no habrá una red de abastecimiento "tan desinfectada" como la del Miguel Servet. Y sin embargo, nadie puede asegurar que el problema esté resuelto porque la legionella es un agente infeccioso especialmente insidioso."Allí donde hay agua puede haber legionella. Pero eso no significa que se vaya a producir infección. Para eso es necesario que alcance una determinada concentración", explica Miquel Sabrià, uno de los especialistas de referencia para este tipo de infección. Que la legionella prolifere o no hasta concentraciones peligrosas depende de la temperatura, por eso los focos del brote suelen ser los conductos de agua caliente y de aire acondicionado. Aunque se puede encontrar en aguas de 5 grados de temperatura, la más idónea para ella está entre 40 y 60 grados.

La legionella tiene tratamiento, pero suele tener consecuencias fatales cuando afecta a pacientes con el sistema inmunológico muy debilitado, como los tres enfermos de Zaragoza, que sufrían afecciones hematológicas graves. Sabrià advierte sin embargo que las posibilidades de curación dependen mucho de la rapidez con que se administre el tratamiento. "Si se administra inmediatamente, la mortalidad es de un 8%, pero si tarda más de cinco días, la mortalidad sube ya al 15%".

De momento, el tratamiento de choque para erradicar la legionella de las instalaciones consiste en someter las aguas a altas concentraciones de cloro y a choques térmicos muy bruscos. En Estados Unidos se ha probado un nuevo método denominado sistema de ionización cobre-plata, que, depositado sobre la entrada del sistema de agua caliente, libera iones en cantidades letales para la legionella.